Vendedores de recargas telefónicas señalaron ayer que se sienten indignados porque se les está acusando de estafadores, cuando ellos lo que hacen es prestar un servicio en un mercado abierto.
Humberto Zapata, quien vende recargas electrónicas para las empresas Claro y Movistar, señaló ayer que es injusto que se les acuse de estafadores, cuando lo que hacen es ganarse la vida de forma honrada.
“Con la venta de recargas apenas tenemos un monto mínimo en ganancias. Estamos hablando de un cuatro por ciento, que obtengo por la venta de saldos para Claro y un cinco por ciento que nos asigna por la venta Movistar. Es decir de cuatro o cinco córdobas por cada cien”, explicó.
Zapata señaló que los vendedores de recargas al detalle nunca han firmado contratos con las empresas de telefonía, ya que ellos hacen arreglos con los distribuidores autorizados de estas empresas.
“No pueden exigirnos que vendamos al precio que ellos designan, porque estamos en un libre mercado. En las pulperías la leche se vende a precios diferenciados, esto no significa que estén estafando. Es el cliente quien al final decide si adquiere el producto”, especificó.
Dirigentes del Instituto Nacional de Defensa de los Consumidores (Indec) se reunieron con directivos de las empresas telefónicas instaladas en el país en esta semana, donde hicieron ver los reclamos de los usuarios que se quejan por las alteraciones en los precios de las recargas electrónicas y la reducción de los saldos, lo que consideraron una estafa hacia el usuario.
Zapata reconoció que ha tenido reclamos de sus clientes, pero porque supuestamente los saldos o tiempo-aire de las recargas duran menos.
“Aparentemente los saldos duran poco, según los clientes. Ése es el reclamo que nos están haciendo y no por el precio. Pero esa situación ya no es culpa de nosotros y más bien creo que son las empresas de telefonía las que deben de responder. El precio con que vendemos las recargas deja un margen de ganancia mínimo y no estamos estafando a nadie”, indicó Zapata al comentar la situación.
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