Miami.-
Repudiar las políticas de miedo y represión que promueve la dictadura de Daniel Ortega, y denunciar el golpe constitucional, que realizó el orteguismo para perpetuarse en el poder, fue el objetivo de la caravana de vehículos que realizó la Unidad Nicaragüense Americana (UNA), en Miami.
Violeta Granera, del Movimiento por Nicaragua, y el ex candidato presidencial Edmundo Jarquín, fueron los líderes invitados para viajar a Miami y encabezar la caravana. Sonando las bocinas, unos 80 vehículos que ondeaban las banderas de Nicaragua y Estados Unidos, recorrieron la Calle Flagler, una de las más transitadas, desde la 17 avenida hasta la 107, para luego enrumbarse al parque de ferias donde se realiza Exponica 2009.
Ana Abaunza, coordinadora de la UNA, dijo que los nicaragüenses que salieron al exilio en la década de los ochenta están interesados en el bienestar de su país de origen. “No tenemos intereses políticos, sólo queremos ver a Nicaragua en democracia y avanzar hacia el desarrollo económico”, dijo.
“Queremos que la gente —en Nicaragua— nos vea que nos estamos movilizando aquí para lograr una solución al conflicto, somos apartidistas y lo que estamos promoviendo es que haya unidad de todas las fuerzas contra el orteguismo para poder recuperar Nicaragua”, agregó.
La organización nicaragüense realizará hoy domingo un desayuno para Granera y Jarquín, en un restaurante de la ciudad, donde ambos líderes sostendrán un conversatorio con la comunidad que asista al evento, para exponer la situación de riesgo que vive el país.
NICARAGUA EN RETROCESO
A juicio de Abaunza, Nicaragua sufre un claro retroceso, pero el más visible es la falta de liderazgo. Considera que no es apatía lo que siente la población al no participar en protestas contra la dictadura. “Pienso que la gente no se mueve porque no hay un liderazgo al que consideren deben seguir, no hay confianza y hay que crearla”.
Eduardo Pichardo, director de la UNA, manifestó que la situación de caos que provoca Ortega, en Nicaragua, es sumamente negativo para el país, porque no sólo está violando la Constitución para perpetuarse en el poder, sino que crea un clima de violencia en el país, cuyas consecuencias derivarán en la fuga de inversiones, turismo y la creación de un clima de inseguridad ciudadana de proporciones insospechadas.
Violeta Granera dijo que en este momento Nicaragua se encuentra en un punto muy decisivo.
“Estamos ante el gran reto de rescatar la democracia en Nicaragua y detener la instalación de una nueva dictadura de nuevo estilo, pero que comparte lo esencial de los tiranos que es coartar las libertades, y que un grupo se quiera imponer por encima de la voluntad del resto del país”, sostuvo.
Por su parte Edmundo Jarquín expresó que a Ortega no se le teme en materia electoral debido a que es minoría política. “Estamos en contra de la decisión de una parte de la Corte Suprema de Justicia; primero, porque es una violación a la Constitución; segundo, porque si Ortega es candidato tendrá más incentivos para robarse las elecciones presidenciales del 2011. Si se robó las municipales con mayor razón intentará robarse las presidenciales”, señaló.
La organización nicaragüense realizará hoy domingo un desayuno para Granera y Jarquín, en un restaurante de la ciudad, donde ambos líderes sostendrán un conversatorio con la comunidad que asista al evento, para exponer la situación de riesgo que vive el país.
Al mismo tiempo en el evento recaudarán fondos para apoyar la marcha que la oposición hará contra Ortega, el próximo 21 de noviembre.
Durante la última reunión el Consejo de la UNA, acordó promover la creación de un frente de unidad nacional para hacerle frente a la represión del orteguismo y las pretensiones de perpetuidad de la familia gobernante.
La UNA realizará visitas a Washington, para denunciar al gobierno de Ortega ante diversas instituciones del Gobierno de Estados Unidos. El cabildeo lo harán a partir de febrero del 2010, con el propósito de causar el impacto que esperan.
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