Una de las particularidades más confusas que ha tenido el Ministerio de Relaciones Exteriores durante la Administración del presidente Daniel Ortega es su amplio abanico de viceministros. En la medida de sus responsabilidades y contexto político vigente, éstos han formado parte de la agenda pública: Miguel D’Escoto Brockmann (antes de asumir su cargo como secretario de la Asamblea General de las Naciones Unidas), Manuel Coronel Kautz y Valdrack Jaentschke.
Dixon estuvo bastante tranquilo durante la entrevista telefónica. Aduce también que no lo pueden señalar de mal manejo de fondos, porque el despacho que dirige supuestamente no tiene asignaciones financieras.
“No es cierto. Yo no manejo fondos. Yo solamente administro las leyes, los convenios internaciones que benefician a los pueblos indígenas, verdad, que tienen ver con la profundización de la autonomía (de la Costa Caribe), fortalecimiento de los pueblos indígenas. Yo no manejo fondos. Yo dirijo una secretaría que es la cara del Gobierno a nivel internacional, sobre el tema indígena”, respondió primeramente.
Se le insistió en el tema de los informes financieros internos de Cancillería que lo señalan directamente, pero éste siempre negó la validez de los mismos.
“Si hay alguna información de eso, es información extraoficial y con mala intención, nada parecido a la realidad. Yo como viceministro cuando salgo a atender actividades dentro y fuera del país, a mí me dan lo que me corresponde; hospedaje, comida, porque todos tenemos derecho a comer. A mí me dan de comer, de dormir y eso es lo que me dan”, respondió.
No recuerda cuándo pidió “cuadrar” cuentas
A Dixon se le remarcó que los informes citaban problemas de mala rendición de cuentas de su parte, pero el vicecanciller aseguró que siempre ha entregado sus reportes de gastos en orden.
“En este Gobierno no manejamos fondos, como se hacía en los gobiernos anteriores, para gastos de representación y toda la cosa. ¿Qué voy a estar malversando yo? Por eso le digo que eso no es cierto, si hay algún informe seguramente es para perjudicarme por el estilo, porque el comandante (el presidente Daniel Ortega), este Gobierno sabe que nosotros no tenemos forma, alguna oportunidad, ninguna ocasión para cometer este tipo de errores. Yo no creo en ese tipo de cosas”, afirmó.
Pese a los cuestionamientos, Dixon dijo sentirse confiado de que no será removido de su cargo, ya que como representante de la nación mayangna, ésta tendría que ser quien lo solicitase.
“El presidente, el comandante Ortega, tiene un compromiso, no conmigo, sino con la nación mayangna en este caso. Yo estoy representando a este pueblo indígena mayangna en el gabinete de Gobierno. Si hay cambios, tiene que procederse igual que con la integración, con la venia de la nación mayangna”, aseguró.
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Sin embargo, el gobierno orteguista nombró a un cuarto funcionario con rango de viceministro, el menos conocido de todos, pero sí uno de los que más dolores de cabeza parece estarle dando al canciller Samuel Santos: el Secretario para Asuntos Indígenas, Joel Dixon Coban, a quien probablemente sólo supera Coronel Kautz y sus “declaraciones”.
Dixon Coban es un indígena mayangna que antes formó parte de la Intendencia de la Propiedad, siempre a cargo de ver el componente de la Costa Caribe.
No es sandinista (como él mismo reconoció), lo que ha causado inconformidad a lo interno de la Cancillería, sumado a toda una cadena de irregularidades financieras en las que al parecer ha incurrido, según documentación interna de esta cartera a la que se ha tenido acceso por medio de fuentes vinculadas con las pasantías que se realizan en dicha institución.
Entre esta documentación destaca una copia de la misma Secretaría de Asuntos Indígenas, que fue remitida directamente al despacho del canciller Samuel Santos, cuya copia está en poder de este Diario y en la que se revela que el vicecanciller Dixon es desordenado con el manejo de los recursos públicos que se le asignan para sus funciones.
ESTABA EN LA COSTA Y COMPRABA GASOLINA EN MANAGUA
“El primer problema suscitó desde la rendición de cuentas del primer viaje a Bocay, en donde el VMS (viceministro) Dixon le envió a la suscrita facturas firmadas en blanco, orientando que se “cuadrasen las cifras, de tal forma que los gastos salieran completos con lo solicitado, lo que la suscrita no hizo”, cita uno de los primeros párrafos del informe.
Fuentes vinculadas con Cancillería revelaron que la inconformidad con la gestión de Dixon se agrava en el sentido de que las principales autoridades de la cartera conocen de la situación, y a pesar de que el funcionario no es sandinista, éstas prácticamente se hacen de la vista gorda ante las aparentes irregularidades en las que incurre.
“Al momento de realizar las rendiciones de cuentas, siempre las facturas venían incorrectas, incompletas, llamando la atención que no se podían presentar facturas de gasolineras de Managua por compra de gasolina que supuestamente se había hecho en las zonas indígenas. Cabe mencionar que en diferentes ocasiones a la suscrita se le llamó la atención por parte de las diferentes dependencias de la Dirección Administrativa Financiera, debido a los gastos exagerados de combustibles para pangas, aunque en las fotografías facilitadas por el mismo VMS Dixon durante los diferentes viajes nunca apareció ningún transporte acuático de motor, solamente cayucos”, cita otro extracto del informe en poder de LA PRENSA.
Estas irregularidades y una serie de intrigas internas hacia este funcionario han originado en más de una ocasión informaciones de que éste había sido removido de su cargo.
Incluso, lo vinculan con el movimiento independentista indígena que recientemente realizó protestas en Bilwi y que fue atacado por turbas orteguistas. Confirmamos, sin embargo, que Dixon continúa en su cargo, pero Relaciones Públicas no emitió ningún comentario sobre los otros señalamientos que se le hacen.
Quien sí se defendió y negó todos los señalamientos fue el mismo Dixon, al cual logramos entrevistar vía telefónica, ya que él mismo nos dijo que solamente de esta manera podíamos hablar con él.
MÁS QUEJAS CONTRA DIXON
LA PRENSA también tuvo acceso a un reporte de la Secretaría de Asuntos Indígenas, en el cual ésta le informa también al canciller Santos los problemas que el personal de esta dependencia enfrentan para laborar con el vicecanciller.
“He estado tratando de orientar al VMS Dixon para cumplir con los procedimientos administrativos establecidos para este Ministerio, pero a pesar de mis repetidas advertencias él hace caso omiso, argumentando que son exageraciones mías. Las constantes observaciones que se le han hecho por parte de la administración, debido a la falta de transparencia en las rendiciones de cuentas de todos los viajes anteriores, no le parecen suficientes motivos para mejorar. A la fecha nos han devuelto cinco veces las rendiciones de cuentas de sus giras de trabajo”, cita la misiva.
ESTRENÓ CARGO CON TRASPIÉS
Sin embargo, sobre el vicecanciller Dixon se comenta mucho sobre su informal manera de llevar el cargo y el poco conocimiento que tiene sobre el campo diplomático.
Ese problema se vio venir desde el mismo día en que asumió su cargo, el 29 de mayo de 2008, cuando le tocó enfrentar a su primera batería de periodistas, quienes le consultaban entonces sobre la posposición de los comicios municipales en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), por orden del Consejo Supremo Electoral.
El vicecanciller dijo que los indígenas no tenían derecho al voto porque los mismos no estaban vinculados con los procesos electorales de la nación.
“Los derechos indígenas no tienen que ver con elecciones, procesos eleccionarios, es otra cosa, son términos occidentales que los indígenas incluso no compartimos eso. Los indígenas tienen su propio proceso, esos procesos que están en la Costa (Caribe) son impuestos por el occidentalismo y son cosas que se tienen que revisar y profundizar para reformase”, dijo Dixon en esa ocasión antes de ser jalado del brazo por una funcionaria de Cancillería, para que ya no siguiera hablando con los periodistas.
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