CABLES COMBINADOS
El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, insistió en que una manera de limar la crisis con Venezuela sería una cita entre los presidentes Álvaro Uribe y Hugo Chávez, pero en un clima “sin agravios”.
“Entre los dos jefes de Estado, entre los dos Gobiernos”, se daría un diálogo “pero si se dan las condiciones de respeto y sin agravios que ofendan la dignidad nacional”, admitió Bermúdez en una entrevista publicada ayer por el diario El Tiempo.
Según el alto cargo, “Colombia tiene interés de tener las mejores relaciones con todos los países del continente (…) Hay que buscar siempre fórmulas para resolver los problemas, no cerrar la puerta a las soluciones”.
INICIO DE LA CRISIS
Las relaciones entre Caracas y Bogotá se han deteriorado en las últimas semanas tras la firma, a finales de octubre, del acuerdo militar por el que se facilita a los estadounidenses el acceso a siete bases colombianas.
El pasado jueves, la Guardia venezolana destruyó desde su territorio dos puentes artesanales sobre el río Táchira, que servían a comunidades a lado y lado de la frontera entre las zonas rurales de las localidades Ragonvalia (Colombia, noreste) y Las Delicias (Venezuela).
“Pusimos en conocimiento de la ONU y la OEA la voladura de esos puentes peatonales fronterizos, construidos por la comunidad binacional. Ese hecho constituye un acto unilateral y agresivo contra la población civil y las comunidades de frontera”, recordó el ministro colombiano de Relaciones Exteriores.
Bermúdez, por otra parte, subrayó que si bien “hay diferencias de fondo en temas que deben ser abordados a través de la interlocución”, en Colombia “no hacemos gestos de guerra contra pueblos hermanos”.
Confió, sin embargo, en que “cuando hay dificultades, la solución no puede ser romper relaciones sino, al contrario, explorar fórmulas para encontrar soluciones”.
Expresó que las preocupaciones en esa región fronteriza son “la seguridad (…), los colombianos que han sido asesinados o detenidos en Venezuela y no encontramos aún investigaciones satisfactorias”.
El ministro colombiano dijo que expresiones como las utilizadas esta semana por Chávez contra él y contra Uribe, a quienes se refirió como “desgraciados”, realmente “no amerita ninguna consideración(…)”
Lo importante, subrayó enseguida, “son los temas de fondo” y explicó que “hay que distinguir entre los agravios, que son provocaciones, y la prudencia que uno debe tener siempre pensando en los intereses nacionales y no en los personales”.
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