SAN SALVADOR/AFP
El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, reiteró hoy su disposición a pedir “perdón” por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la guerra civil (1980-1992) que dejó más de 75,000 muertos y enormes daños económicos.
“En su momento deberé pedir perdón en nombre del Estado salvadoreño por los abusos cometidos no solo durante la guerra sino los que se pudieron haber cometido posterior a la guerra”, aseguró el primer presidente izquierdista salvadoreño.
A criterio del mandatario “las graves violaciones a los derechos humanos” no solo ocurrieron durante la guerra civil y afirmó que tras el término del conflicto en 1992, en la etapa de reconstrucción del país, también hubo “abusos y violaciones”.
Funes, en diálogo con los periodistas, no precisó cuándo pedirá perdón a nombre del Estado como acción de “reconciliación” nacional.
La Fuerza Armada también está dispuesta a pedir perdón, aseguró recientemente el ministro de Defensa, general David Munguía Payes.
Durante los últimos 20 años, los gobiernos de derecha y los militares se negaron a pedir perdón por las violaciones cometidas durante la guerra civil que también unos 7,000 desaparecidos.
Organismos defensores de los derechos humanos han exigido que el Estado reconozca su responsabilidad y pida perdón y han demandado la derogación de una ley de Amnistía promulgada en 1993 que bloqueó las investigaciones sobre masacres y otros crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto.
Funes, quien asumió el poder el 1 de junio, argumentó este lunes que “no le corresponde” decidir sobre una derogación de esa polémica ley, pues la Asamblea Legislativa “es la única que está facultada para decidir su futuro”.