Ivonne Silva, de 45 años, entró al mundo del billar por curiosidad, para satisfacer sus deseos de conocer lo que por muchos años fue mal visto y hasta prohibido para menores y mujeres.
“Aprendí a jugar billar por la misma necesidad que aprendí a tejer con dos agujas, fue como un reto entrar a un mundo desconocido. Mi primer contacto fue cuando a mi esposo se le ocurrió la idea de poner un billar. Creo que las mujeres tenemos muchas facilidades para avanzar, porque estamos dotadas de mucho sentido común y eso nos da fortaleza”, comentó Ivonne, socióloga de profesión, máster en finanzas y mercadeo y la primera mujer en ocupar un cargo en la Federación Nicaragüense de Billar (Fenibi).
“Me alegra por las mujeres, por mi equipo, porque eso para mí es un reto, porque mientras ellas batallan en las mesas de billar con taco en mano, yo lo hago haciendo espacio para las mujeres, para decir que las mujeres tienen capacidad intelectual y física para este juego”, expresa.
Muchas metas por cumplir
Aunque Ivonne Silva no es jugadora de billar, lo aprendió a jugar, le gusta y lo promueve a nivel de deporte desde su puesto en la secretaría de la Fenibi y su negocio familiar, el Pool Ocho.
A lo largo de casi un año de trabajo en la Fenibi ha sido para Ivonne de muchos logros, pero sobre todo de muchas metas por alcanzar. “Estamos nuevos, pero tenemos muchas cosas que hacer como fortalecer la federación y el deporte en los departamentos con ligas. Creo que como federación a nivel nacional dentro de IND hemos llenado mucho espacio, que ha sido posible por los triunfos de los jugadores, eso nos ha dado fortaleza, a tal grado que este año, por primera vez en la historia de Latinoamérica, se realiza en Nicaragua el Campeonato Mundial Juvenil de Billar de Bola Nueve”.
Ivonne Silva es la primera mujer en ocupar un cargo en la Federación Nicaragüense de Billar.
UN DEPORTE
Ivonne Silva está casada y es madre de dos hijas: Javiera Ivonne Rivera, de 19 años, y María Fernanda Rivera, de 14. “Ellas son mi mayor tesoro y mayor riqueza”.
Señala que aunque Nicaragua es más dada a los juegos de campo abierto, existe en Nicaragua un grupo de mujeres que juegan billar.
“Hay una visión que se ha desmitificado de ese territorio de hombre, fue en los noventa que se rescató el billar como un deporte sano y recreativo, donde la gente no viene a embriagarse sino a compartir, ha sido una lucha por tumbar mitos.
“No es para mujeres que no tienen que hacer, las muchachas que juegan son jóvenes que estudian, que trabajan, que tienen novio, que se casan, y que con este juego mejoran las matemáticas”.