14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Eduardo Enríquez

Honduras a la prueba decisiva

Desde 1980, cuando se puso fin a las dictaduras militares y se inició la época de la democracia en Honduras, en este país centroamericano se han celebrado ocho elecciones presidenciales. Todas ellas han sido muy importantes, sin duda, pero la que se va a realizar mañana domingo 29 de noviembre, será la más trascendental no sólo del período democrático de 29 años, sino de toda la historia nacional hondureña.

Con los altibajos característicos de todos los países subdesarrollados y de incipiente institucionalidad y cultura democrática, la democracia hondureña se venía desarrollando en forma normal, inclusive de manera envidiable en relación con su turbulenta vecina Nicaragua. Pero todos los avances democráticos de Honduras estuvieron a punto de perderse, cuando Manuel Zelaya apareció en el escenario del poder político hondureño y quiso virar el rumbo del país hacia el populismo autoritario. Zelaya traicionó los principios democráticos del liberalismo que lo llevó al poder, atentó contra la Constitución Política de la República de Honduras, se asoció con lo peor de la política latinoamericana: Hugo Chávez, de Venezuela; los hermanos Castro, de Cuba, y Daniel Ortega de Nicaragua, y anexó su país a la neocolonialista Alba que lidera el dictador venezolano Hugo Chávez.

Sin embargo, las instituciones democráticas de Honduras son mucho más sólidas que las de Nicaragua y por lo tanto tienen más capacidad para defenderse de las amenazas del autoritarismo y el retorno a la dictadura. La Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General de la República, el Comisionado para la Defensa de los Derechos Humanos, las Fuerzas Armadas, la Iglesia católica, la empresa privada y la sociedad civil, cerraron filas en defensa de la democracia hondureña. Y de conformidad con lo establecido en la Constitución Política de la República, la Corte Suprema ordenó el 29 de junio de este año la destitución de Manuel Zelaya del cargo presidencial, por haber cometido graves delitos contra el orden constitucional, desacatar a la autoridad judicial y electoral y corrupción en el ejercicio del poder.

Inexplicablemente, la comunidad internacional de gobernantes se alineó con Hugo Chávez, los hermanos Castro y Daniel Ortega, en la defensa de Manuel Zelaya. En vez de respaldar al gobierno provisional que rescató la institucionalidad democrática de Honduras, lo que hizo la comunidad internacional de gobernantes y particularmente la OEA, fue tratar de derrocar al presidente interino Roberto Micheletti, obligarlo a renunciar mediante presiones de toda clase, las cuales se han coordinado de hecho con las acciones de fuerza, inclusive terroristas, que el zelayismo ha realizado y sigue realizando en el interior del país.

Pero la democracia hondureña ha resistido victoriosamente la gran conjura nacional e internacional, y ahora, cinco meses después de que Manuel Zelaya fuera destituido de acuerdo con los mandatos y procedimientos establecidos en la Constitución de la República de Honduras, el país se aboca a celebrar las elecciones nacionales de mañana domingo, 29 de noviembre de 2009, las cuales han de significar el comienzo de la solución democrática definitiva de la crisis política hondureña causada por Manuel Zelaya, el chavismo, el Alba y el oscuro “socialismo del siglo XXI”. De allí que estas elecciones, como hemos dicho anteriormente, vengan a ser las más importantes y trascendentales de toda la historia de Honduras, desde su independencia nacional en septiembre de 1821.

Afortunadamente, el Gobierno de Estados Unidos comprendió a tiempo el grave error que estaba cometiendo, modificó su posición y declaró su reconocimiento a las elecciones como el medio genuinamente democrático para resolver la crisis y restablecer la normalidad institucional en ese país. Esto tiene que ser determinante para el triunfo de la democracia y la derrota del Alba y del “socialismo del siglo XXI en Honduras, pues otros gobiernos democráticos, como los de Panamá, Perú y Costa Rica, también han declarado su reconocimiento a las elecciones de mañana 29 de noviembre, como factor clave para una solución duradera de la crisis hondureña. Y después de los comicios, poco a poco pero inevitablemente tendrán que venir los reconocimientos internacionales de sus resultados.

Como dijo el periódico La Prensa, de Honduras, en su editorial del jueves de esta semana, “la firme determinación de la mayoría de los hondureños de concluir exitosamente el proceso (electoral), contra viento y marea, ‘llueve, truene o relampaguee’, es la más contundente prueba de que la expresión del soberano está sobre los opositores internos y sobre quienes fuera de nuestras fronteras siguen intentando intervenir en nuestros asuntos”. Que así sea.

Ver en la versión impresa las páginas: 10 A

Editorial Opinión decisión elecciones Honduras archivo

COMENTARIOS

  1. Da pesar
    Hace 14 años

    Si que es un editorial en posicion de la DERECHA…, no pienso igual q los sandinistas, pero esta vez siento decir que no hay un analisis profundo de la ruptura con la debil democracia constituida en AMERICA LATINA, nada que ver con los principios democràticos que carecen de toda legitimidad en Honduras. Es un pesar que siendo mediador el prisdente Oscar Arias, sea quien reconozca un proceso fraudulento. QUE LASTIMA POR EL EDITORIAL RANCIO DE DERECHA COMO ESTE.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí