LA PAZ/AFP
El presidente de Bolivia, Evo Morales, tiene virtualmente garantizada su reelección hasta el 2015, al situarse con el 55% de intención de voto para los comicios del domingo, según sondeos privados, mientras que la oposición dudó de los guarismos y aseguró que dará pelea.
La encuesta de la firma privada Ipsos Apoyo Opinión y Mercado, difundida este lunes por el diario La Razón, señala que el mandatario boliviano, el primero indígena en los 184 años de historia republicana, mantiene consolidado el primer lugar y con mucha holgura.
Morales, que en sus cuatro años de gobierno aplicó una política con fuerte contenido indígena y estatista, le lleva 36 puntos de diferencia a su inmediato seguidor, Manfred Reyes Villa, un candidato de derecha, a seis días de las elecciones generales.
La Constitución de Bolivia señala que un candidato accede directamente a la presidencia, si pasa el listón del 50%+1 de los votos o llega al 40% de sufragios con una diferencia de 10 puntos sobre su inmediato seguidor.Reyes Villa, principal candidato opositor y un ex capitán de Ejército, tendría 18% de la intención de voto, de acuerdo al mismo trabajo de la firma privada.
En tercer lugar se encuentra el empresario y dueño de la franquicia de comida rápida Burger King, Samuel Doria Medina, con 10% de los votos, seguido del ex alcalde socialista de la ciudad andina de Potosí, René Joaquino, con 2%.Los sondeos difundidos coinciden con los informes de otras consultoras privadas que auguran un triunfo de Morales, un aliado de los regímenes de Venezuela y Cuba, y enconado crítico de Estados Unidos.
OPOSICIÓN DUDA DE RESULTADOS
Empero, la oposición puso en duda los números.El candidato centroderechista Doria Medina afirmó que los ataques mediáticos que sufre desde esferas oficialistas demuestran que es un contrincante serio para forzar al presidente a una segunda vuelta que defina la presidencia y, según él, derrotarlo en esa ronda.
“Los que más hemos sido atacados, hemos sido nosotros, si estuviéramos terceros no nos estarían atacando. Hay encuestas que tratan de mostrar que todo está resuelto, pero el 6 de diciembre los bolivianos darán su veredicto final”, dijo el lunes Doria Medina.
Si bien las encuestas pronostican una victoria de Morales, el oficialismo aún batalla para obtener los dos tercios de la Cámara de Senadores (24 de 36 escaños), para así poder aprobar leyes sin el menor estorbo opositor, un problema que se hizo patenten en estos cuatro años de gobierno izquierdista.
Morales ha señalado que a partir del próximo año deberán aprobarse unas 100 leyes para poner en vigencia la nueva Constitución, aprobada en enero de este año en referendo, por lo que le es imperioso el control del Senado.Las leyes deben aprobarse cámara por cámara y su mayoría le permite al oficialismo controlar la cámara de Diputados, pero no así la de Senadores.
Según norma boliviana, se eligen cuatro senadores por cada uno de los nueve departamentos, quienes son distribuidos de manera proporcional de acuerdo al número de votos regionales.
El oficialismo considera un hecho que ganará en los departamentos andinos de La Paz, Oruro y Potosí, en los valles de Cochabamba y Chuquisaca y en la sureña Tarija, pero aún debe bregar para obtener una buena votación en las otras tres regiones del este y norte del país, usualmente adversas.
En Santa Cruz, Beni y Pando, en los llanos y la Amazonia de Bolivia, la oposición está segura de que le propinará un revés al presidente y que el caudal de votos le dará el número de senadores necesarios para frenar la política oficialista.”Tengo la plena certeza que daremos más que una sorpresa que se verá con los resultados finales del 6 de diciembre”, afirmó días atrás el prefecto de Beni, Ernesto Suárez, un duro opositor.