Fortuna
“Roberto Rivas ha sido millonario de toda la vida, es nieto del general (Rigoberto Reyes)”, atinó a decir un día de éstos el comandante Edén Pastora cuando se le preguntó por la suntuosa vida que se da el orondo presidente del Consejo Supremo Electoral. A lo mejor. Podemos buscar en el pasado para ver de dónde salió esa fortuna. Tal vez irnos al 22 de febrero de 1934 cuando el entonces capitán Rigoberto Reyes masacró las cooperativas sandinistas de la ribera del Río Coco, ¿habrá encontrado una botija enterrada ahí? O tal vez su padre, también llamado Roberto Rivas, a quien nunca se le conoció fortuna alguna, se habrá sacado la lotería varias veces seguidas sin que nadie se haya dado cuenta. Es que si fue la herencia del general Reyes la que lo hizo millonario, ¿cómo es que sólo “él” se hizo millonario? ¿O sabe usted de algún otro nieto del general Reyes que viaje en avión privado, tenga residencias de varios millones de dólares, carros de más de cien mil dólares y viva como un sultán entre Nicaragua y Costa Rica?
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¿Negocios?
Bueno, busquemos la otra vía. Don Roberto Rivas Reyes recibió su herencia como cualquier otro nieto, pero hizo buenos negocios y los multiplicó por mil. Ahora, ¿qué negocios? No se le conoce actividad empresarial suficiente para explicar la vida que se da. ¿O acaso hemos visto a Rivas entre estos altos empresarios Pellas, Zamora, Coen, discutiendo inversiones millonarias? Los únicos negocios a los que se ha ligado la figura del presidente del Consejo Supremo Electoral son algunos furtivos, inventados para la ocasión, con el exclusivo propósito de ser favorecidos con las compras que hace la misma institución que dirige. ¿De ahí salió la fortuna?
Explicaciones
Todas estas dudas se despejarían fácilmente si Roberto Rivas mostrara su declaración de probidad o diera las explicaciones que como funcionario debería de dar. Porque aunque él insista en que ésa es su vida privada, lo que está quedando es que toda esa fortuna que tan alegremente exhibe sólo pudo haber salido de los favores que desde su cargo público le ha hecho a gente poderosa. Concha arriba, concha abajo, tortuga en medio ¿qué es? ¡Pues tortuga! Y si es así, claro que debe dar explicaciones, porque si bien él se hizo rico, con ello nos fregó a todos. Y deberá responder por sus culpas.
Vividores
Lo que sucede es que hay gente que se vuelve una plaga. Se acostumbraban a vivir del presupuesto público y ya no conciben la vida sin que el Estado les pague sus cuentas. Comienzan pagándose facturas personales y usando el vehículo para asuntos personales y terminan comprándose mansiones y carros de lujo. Sienten que hasta pagar con su dinero una factura en un restaurante es como “robarse ellos mismos”. Pagar impuestos los ofende y sienten que tienen que vivir como reyes sin percatarse apenas que al hacerlo de esa forma están robándole a los que mueren por falta de medicinas en los hospitales o de hambre en las barriadas.
Dictadores demócratas
¿Desde cuándo Hugo Chávez es el gran defensor de la Carta Democrática de la OEA? ¿Ustedes creen que Chávez estaría descalificando las elecciones hondureñas si Porfirio Lobo, el presidente que salió electo, estuviera adscribiéndose al Socialismo del Siglo XXI y deshaciéndose en elogios para Chávez como hace Ortega en Nicaragua? ¡Por supuesto que no! Sería su nuevo héroe. Lo que queda claro en todo esto que aquí a nadie le importan los procedimientos, sólo los resultados. Y eso es muy lamentable.
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