TURÍN/AFP
Las acusaciones contra el primer ministro italiano Silvio Berlusconi de complicidad con la Cosa Nostra, lanzadas ayer por un mafioso arrepentido, generaron reacciones en Italia y fueron rechazadas por el Gobierno como absurdas.
La primera audiencia pública del mafioso arrepentido siciliano Gaspare Spatuzza, realizada en un tribunal de Turín (norte), donde fue trasladado por razones de seguridad, estuvo marcada por las graves acusaciones contra Berlusconi y su mano derecha, el senador y amigo siciliano Marcello Dell’Utri.
“Logramos todo gracias a la seriedad de esas personas”, aseguró Spatuzza al referir los elogios a Berlusconi y Dell’Utri hechos por su “capo”, el temido Giuseppe Graviano, jefe junto con el hermano Filippo, del temido clan de la mafia siciliana que manejaba parte de Palermo, la capital de Sicilia.
“Dejaron la ciudad en nuestras manos”, agregó el arrepentido, quien involucra a Berlusconi y su colaborador siciliano, por años a la cabeza de Publitalia, la casa de publicidad del imperio mediático de Berlusconi, con las matanzas y los atentados de la mafia en 1992 y 1993.
Protegido por un biombo amplio blanco que impide ver su rostro, rodeado por unos 15 policías y con el tribunal custodiado con imponentes medidas de seguridad, las declaraciones de Spatuzza suscitaron indignación entre los representantes del Gobierno. “Es una locura esa acusación, increíble, nuestro Gobierno es el que más ha luchado contra la mafia”, comentó Berlusconi durante el consejo de ministros, según indicó una fuente del Gobierno a la prensa.
“Una maquinación absurda”, dijo según la misma fuente, que recuerda que el primer ministro entonces era un empresario y aún no había entrado en política.
La única nota oficial fue la del portavoz del Gobierno, Paolo Bonaiuti, quien divulgó inmediatamente un comunicado con los resultados “extraordinarios” de la lucha contra la mafia, logrados desde que Berlusconi asumió el poder en abril de 2008.
Por su parte el senador Dell’Utri negó cualquier lazo con los hermanos Graviano y acusó a Cosa Nostra de querer “tumbar al Gobierno”.
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