El Ejército de Nicaragua desmintió este viernes que el país esté libre de minas, tal como se informó esta semana en la II Conferencia de Revisión de la Convención de Ottawa, en Cartagena de Indias, Colombia.
[/doap_box][doap_box title=”El 99 por ciento no es el total” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
- A pesar de que el Ejército de Nicaragua confirmó que el país todavía no puede declararse libre de minas, la institución confirmó que está a punto de llegar a esa meta.
Esto se debe a que en 1989 se contabilizaron más de 133,000 minas antipersonales en todo el país, pero hoy en día “sólo” quedan 1,300 minas por destruir.
No obstante, este dato no incluye los dos millones de artefactos explosivos que se han detonado, como parte de este proceso, a pesar de que no se trata de minas antipersonales.
Aún así, en el país hay un subregistro de minas de hasta el 30 por ciento, si se toma en cuenta la cantidad de minas que hasta ahora se han destruido y que no aparecían en ningún inventario.
Esto se debe en parte a que el Programa Nacional de Desminado no se ha limitado a eliminar las minas que aparecían en el inventario del Ejército de Nicaragua, sino que toma en cuenta las opiniones de la población.
[/doap_box]
Una agencia internacional de prensa divulgó en días recientes una entrevista realizada a la argentina María Pía Devoto, en la que ésta supuestamente dijo que “el único país de Centroamérica que restaba por limpiar su territorio de minas era Nicaragua. Mañana (ayer) va a anunciar que Centroamérica está libre de minas”.
Sin embargo, el coronel Spiro Bassi Aguilar, jefe del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Nicaragua, dijo que esa información no es acertada, debido a que en el país todavía falta por destruir unas 1,300 minas.
Esto significa, según Bassi, que Nicaragua estará libre de minas hasta en mayo del 2010, un año después de lo programado inicialmente.
El coronel Bassi explicó que inicialmente Nicaragua pensaba darle fin al Programa Nacional de Desminado en mayo de 2009, pero el país tuvo que pedir una extensión de tiempo y dinero ante la Convención de Ottawa para poder eliminar las minas.
En el 2008 Nicaragua se dio cuenta de que necesitaba de un año más para cumplir con la meta de proclamar el territorio nacional libre de minas debido a que enfrentó obstáculos en sitios donde se encuentran las minas, sitios dudosos y falta de recursos económicos.
Nicaragua expuso su situación con suficiente tiempo de anticipación ante la Convención de Ottawa en Jordania, según Bassi, por lo que en el mismo 2008 le fue aprobado un año más de trabajo y un monto de seis millones de dólares que entregarían donantes bilaterales y multilaterales.
El militar dijo que es sobre esa base que se trabaja para terminar el Programa Nacional de Desminado en el 2010 y no antes, como fue informado en Colombia.
TRABAJO SEGUIRÁ
A pesar de esto, el trabajo del desminado no terminará con la destrucción de la última mina antipersonal.
Después del desminado, habrá una etapa de operaciones de contingencias, ya que siempre quedan artefactos explosivos que pueden afectar a las personas, y hay que estar preparados para eso, informó Bassi.
El militar mencionó que de mayo a diciembre del 2009 el financiamiento está garantizado por medio de aportes de Holanda y Dinamarca.
El Gobierno de Japón financiará el Programa hasta febrero del 2010.
A partir de ahí será la Federación Rusa la que asumirá los costos.
Después de mayo, continuará el trabajo de operaciones de contingencias, pero además se realizarán otro tipo de actividades para reducir el riesgo de ser afectados por minas antipersonales.
Estas actividades consistirán en brindar recursos a la población sobre prevención y educación, así como atención de víctimas de minas.
Bassi dijo que siempre hay minas y otros artefactos explosivos que pueden afectar a la gente aún después del desminado, en cualquier parte del mundo, por lo que el trabajo posterior resultará clave, especialmente en Nicaragua, donde no se sabe con certeza la cantidad y ubicación de minas instaladas por la Contra en los años ochenta.
Las minas fueron instaladas en diferentes puntos de Nicaragua en la década de los ochenta, cuando el Gobierno se trenzó en guerra con la llamada Contra.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 A