La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) confirmó las penas de 32 y 23 años de cárcel a los principales acusados del caso metanol, en el que 52 personas murieron envenenadas y otras 800 vieron su salud alterada gravemente. Algunos afectados en la actualidad padecen de ceguera, trastornos del riñón y problemas en el sistema nervioso.
Los acusados del caso metanol ahora tendrán que pedir la adecuación de las penas, es decir que se les rebaje las condenas de acuerdo con los beneficios del nuevo Código Penal en el Juzgado de Ejecución de Sentencias de León, y de esa manera los magistrados de la Sala Penal se libran de ser ellos quienes les otorguen los beneficios a los procesados.
Entre los acusados sobresale José Ángel Rodríguez Martínez, alias “Changuelo”, quien fue condenado a 32 años de prisión como autor directo de los delitos de robo con fuerza, delito contra la Salud Pública con resultado de muerte y lesiones y asociación e instigación para delinquir.
También fueron condenados en este caso los hermanos Marcia Lorena y Reynaldo Edwin Oconor Sobalvarro, a quienes se les impuso una pena de 23 años de prisión a cada uno, también por los delitos de robo con fuerza, contra la Salud Pública con resultado de muerte y lesiones y asociación e instigación para delinquir.
El magistrado de la Sala Penal, Rafael Solís, indicó que la sentencia ya está firme y que no hubo rebaja de penas para ninguno de los acusados, sino que se confirmó de manera íntegra la sentencia condenatoria de la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de León, la cual a su vez había confirmado la sentencia condenatoria de primera instancia, la que fue dictada en el Juzgado Segundo Distrito Penal de Juicio de León, a cargo de la juez Aleyda Susana García Carrillo.
MÉNDEZ CON TÁCTICAS DILATORIAS PARA NO FIRMAR
De los seis miembros de la Sala Penal, la única que no había firmado esta sentencia es la magistrada Juana Méndez, quien estaba estudiando el caso detenidamente porque tenía la duda de que si en este caso hubo dolo o no, ya que según ella los acusados no buscaban matar a nadie, sino únicamente obtener dinero a través de la comercialización del metanol mezclado con guaro “lijón”.
El caso del metanol ocurrió en León en el 2006, cuando “Changuelo” y los demás acusados robaron el químico de una pipa de la empresa Quibor S.A., para luego vender el venenoso líquido mezclado con aguardiente.
De acuerdo con las investigaciones de la Policía, que incluyó a unos 500 oficiales, la institución del orden público determinó inicialmente que fueron nueve barriles los que ese grupo se robó de la pipa, pero los adulteraron y multiplicaron al combinarlos con agua, los que vendieron posteriormente como guarón.
La sustracción del producto la hicieron entre el 26 y el 30 de agosto del 2006. Entre el 31 de agosto y 1 de septiembre procedieron a comercializar el producto adulterado, y a partir del 2 de septiembre se reportaron las primeras muertes.
Los registros del Ministerio de Salud (Minsa) señalaron que fueron 52 muertos y 750 afectados por intoxicación con metanol y que la letalidad fue del ocho por ciento.
Según el expediente judicial del caso, también se registraron cuatro pacientes con pérdida total de la vista y ocho con pérdidas unilaterales en la visión, que aún siguen con tratamiento sicológico para estabilizarlos junto con sus familias.
Al hospital leonés asisten cada tres meses entre 30 y 40 pacientes que se realizan chequeos renales después de la intoxicación masiva, asegura el expediente judicial.
El metanol afectó a personas de los municipios leoneses de Achuapa, El Jicaral, El Sauce, Larreynaga-Malpaisillo, La Paz Centro, León, Nagarote, Quezalguaque, Santa Rosa del Peñón y Telica.
La sentencia del caso metanol, que fue proyectada por el magistrado Armengol Cuadra, fue “reparada” porque inicialmente se había previsto condenar a los acusados a una pena de 10 años de prisión y 300 días de multa, realizando una “rebaja sustancial” de la pena de 32 y 23 años para los acusados. Pero a última hora fue modificada.
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