Una niña de ocho años es la primera víctima por manipulación de pólvora que ingresó a la Sala de Quemados del Hospital Fernando Vélez Paiz, de Managua.
La niña tiene ocho años y sufrió quemaduras en su pie izquierdo. Aunque su estado de salud es estable, los médicos ponen énfasis en uno de sus dedos, pues corre el riesgo de perderlo.
El doctor Noel Larios, subdirector del hospital, indicó que la madre de la afectada narró que la niña fue afectada por una bomba de cohete el pasado domingo. La menor de edad afectada ingresó ese mismo día, pero en horas de la tarde.
El médico dijo que, a pesar del accidente, espera que este año no ocurran más casos de niños quemados. Sin embargo, no es cosa fácil; además de la tradicional Gritería, hay mucha quema de pólvora para las festividades de Navidad, fin de año y Año Nuevo.
Para el doctor Larios, lo ideal es que los niños no jueguen con elementos inflamables o pirotecnia. Tampoco los adultos deben manipularla cerca de ellos.
Agregó que nunca se debe permitir que los niños carguen en su ropa —en las bolsas de su pantalón o camisa— triquitraques, pues con la fricción rápido explotan.
OJO CON OTRAS QUEMADURAS
Otra de las recomendaciones es mantener siempre vigilados a los niños, principalmente en áreas como la cocina, en donde casi siempre hay elementos calientes.
La guía de prevención de quemaduras del hospital, indica el doctor Larios, dice que los mangos de las sartenes en la cocina no deben estar al alcance de los niños. Los niños podrían buscar cómo alcanzarlas y terminar derramando la comida caliente sobre su cuerpo. El uso de manteles largos a veces se convierte en arma, pues los niños al tomarlos pueden botar lo que esté sobre las mesas.
Pero si los niños, a pesar de las recomendaciones, sufren alguna quemadura, recuerde que nunca debe aplicar en la zona afectada sustancias como pasta dental, café molido o mantequilla, aceite o salsa de tomate, porque puede agravar las lesiones.
Lo más indicado es retirarle la ropa quemada —no la que esté adherida a la piel—, aplicarle agua “de la llave” en abundancia y envolverlo en una sábana limpia. Se debe retirar los anillos, relojes, pulseras, entre otros, ya que si hay hinchazón del área afectada se puede comprometer la circulación de sangre local y causar un daño adicional. Acto seguido se debe llevar al niño al centro hospitalario más cercano.
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