CORRESPONSAL/JINOTEGA.
Refugiado silenciosamente en lo que llama El Búnker, una amplia construcción donde estuvo una gasolinera, funciona un restaurante, alquila un área a Cisa Exportadora, vende Essogas, cultiva guayabas y naranjas Washington en el predio que le sobra y alternando entre El Búnker y su finca, Estocolmo, allá en el paradisíaco Peñas Blancas, transcurre la vida de don Alcalá Blandón Cruz.
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“No he guardado los bates, en política jamás se guardan los bates. Lo que pasa es que me di unas vacaciones de varios años, pero ahora, ponele sello, como dice el dicho, que voy a aspirar a ser diputado en las elecciones del 2011”, sostiene Blandón Cruz, hombre farandulero, amante de las cámaras, grabadoras y los micrófonos.
Han pasado cinco años desde que Blandón, presidente departamental del Partido Liberal Constitucionalista, se retiró a El Búnker, donde recibe a sus amigos, “raya el cuadro” en sus negocios, habla de su deporte preferido: la política, pero reconoce que “vienen pisándole los talones varios de sus correligionarios”, aunque dice confiar en que “seguirá siendo el rey”, por su lealtad al caudillo Arnoldo Alemán.
Del porqué se ha mantenido callado estos años, señala: “Te dije que me iba a dar unas vacacioncitas”. Dice que se someterá como demócrata al proceso de elecciones primarias internas para determinar quiénes serán los candidatos a diputados departamentales en las próximas justas electorales nacionales.
GUAYABAS ESCONDIDAS.
Mientras LA PRENSA conversa con Blandón, un parroquiano sale del patio de El Búnker con varias guayabas grandes en sus manos. “¿Y esas guayabas?” le preguntamos. Responde: “Las traje de la finca La Granadilla de don Juan Tinoco, allá en La Concordia, donde yo nací. Vendo a 5, 7 y 10 córdobas, cada guayaba y para los amigos regaladas”, señala Blandón.
“Aquí me divierto, pasando vista a esta palizada de guayabas y naranjas Washington”, dice.
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