SAO PAULO/EFE
El brasileño Roberto Carlos Magalhaes confesó ayer haber aplicado 40 agujas a su hijastro, de 2 años, que está ingresado en estado grave en un hospital del Estado de Bahía, informaron medios locales.
El padrastro, que se encontraba con paradero desconocido desde el martes, fue arrestado ayer al buscar ayuda en un hospital con dolores abdominales y confesó el crimen a la Policía en la comisaría.
- Edad: 22 años.
- Nació en Ciudad Darío, Matagalpa.
- Estudia Relaciones y Comercio Internacional en la Unica.
- Le gusta declamar, modelar y pasar tiempo con su familia y amigos.
- Su mayor temor es no tener a Dios en su corazón.
- Su meta a corto plazo es culminar sus estudios.
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Magalhaes, de 30 años, aseguró que llevó al niño varias veces a casa de una mujer llamada Angelina, donde clavó las 40 agujas con su colaboración y la de una tercera persona, cuyo nombre no fue divulgado.
En su declaración explicó que lo hizo a petición de Angelina, a quien le hizo caso porque estaba interesado sexualmente en ella, según la versión del portal Uol.
El niño permanece ingresado en un hospital de la localidad de Barreiras (Bahía) y espera el inicio de la operación, en la que se le van a extraer las agujas, que incluso le han perforado un pulmón.
El menor comenzó a presentar dolores de barriga la semana pasada y, cuando fue llevado al hospital, los médicos descubrieron las agujas al realizarle una radiografía.
Tras someterle a nuevos exámenes, se descubrió que tenía 40 objetos metálicos clavados en diferentes partes del cuerpo, desde el pecho hasta las piernas.
Inicialmente se calculó que el número de agujas ascendía a 50, pero los médicos rebajaron sus estimaciones, a la vez que estudiaban la mejor manera de realizar la intervención médica. Los galenos dudaron desde el principio que el menor hubiese ingerido las agujas de coser ya que, en ese caso, se encontrarían en el tránsito gastrointestinal.
MAGIA NEGRA
El diario A tarde de Salvador de Bahía publicó en su edición de este miércoles que la madre, Maria Souza Santos, de 38 años, sospecha que su hijo “pudo haber sido víctima de magia negra”.
Souza, que vive con sus seis hijos, su madre y su nuevo marido, afirmó haber encontrado una botella de cachaza y otros objetos usados para ese tipo de ritual.
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