A pocos días de concluir el 2009, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, hizo un balance de lo que la mayor cúpula empresarial logró este año y los retos que tendrá en el próximo, cuando el país tendrá que seguir enfrentando desafíos no sólo en el campo económico, sino también en el político.
Aguerri, quien este año logró la reelección por tercer año consecutivo, luego de una reforma a los estatutos del Cosep, que sólo permitían la reelección por dos períodos anuales, responde a quienes han cuestionado al gremio por considerar que ha dado “un respiro” al Presidente de la República, Daniel Ortega, para consolidar una dictadura, con el apoyo a iniciativas como la recién aprobada reforma a la Ley de Equidad Fiscal, que pretende aumentar las recaudaciones en unos 45 millones de dólares en el 2010.
“Puedo asegurar que, desde el Cosep, vamos a luchar porque aquí no se instaure ninguna nueva dictadura”, responde Aguerri, quien preside el mayor gremio empresarial del país, con 17 cámaras afiliadas.
La Agenda Cosep 2009 incluía, entre otros temas económicos y políticos, restaurar la credibilidad democrática. ¿El Cosep seguirá insistiendo en una solución al fraude electoral municipal de noviembre de 2008 y a la resolución de un grupo de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que intenta favorecer la reelección presidencial continua?
Aquí existen dos escenarios: el ideal y el real. Sería un diciembre del agrado de todos los nicaragüenses si estuviéramos hablando de que, en esta fecha, no hubiera habido fraude electoral, si no se hubiera perdido la Cuenta Reto del Milenio (64 millones de dólares), si no hubiéramos perdido cooperación de la Unión Europea, si de alguna manera no tuviéramos una crisis internacional golpeando a Nicaragua y, por supuesto, si los planteamientos del Cosep, de la sociedad civil, de la Iglesia, en ese sentido hubiesen sido escuchados, y si tuviéramos una oposición política unida. Sin embargo, el escenario real que nosotros encontramos en la Nicaragua de hoy, y que es el mismo escenario que nos encontramos de cara a la reforma de la Ley de Equidad Fiscal (aprobada el 3 de diciembre pasado), es que hubo fraude electoral en Nicaragua, que se perdió la Cuenta Reto del Milenio, que hay cooperación del Grupo de Apoyo Presupuestario que se ha perdido, que hay una crisis internacional que sigue golpeando a Nicaragua, en adición a la crisis política. Tenemos adicionalmente una realidad, que todavía no hemos encontrado eco en parte de estos planteamientos. (…) Nos encontramos con una Asamblea Nacional que sigue sin estar unida y, en ese escenario real, es donde el Cosep trabaja, toma sus decisiones, sigue planteando su demanda de cambiar al árbitro electoral para que sea creíble, en el que ha mantenido la posición que se dejó sentada ante el CSE desde el 8 de noviembre de 2008, de que en este país se necesita observación nacional e internacional; ésa sigue siendo la misma posición y va a seguir siendo la misma. Lo que nosotros tenemos que diferenciar es hasta donde está el alcance del Cosep en esa dirección, nosotros estamos haciendo lo que nos corresponde, de dejar sentadas posiciones ante el Gobierno, la Nación, la comunidad internacional y los mismos partidos políticos.Tenemos una Asamblea Nacional en la cual se viene hablando, desde hace trece meses, de que hay que revertir el tema de las elecciones municipales de noviembre de 2008, esa misma Asamblea donde ya llevamos 24 meses de lo que significa la cooperación venezolana y es, en ese ámbito, donde los resultados no han sido lo que la oposición ha querido, en el que nosotros hemos tenido que actuar para asegurar que sí tengamos resultados en lo que significa la agenda económica, sin dejar sentada la posición en la agenda institucional.
Precisamente la CEPAL destacaba que, para una posible recuperación económica de Nicaragua y restaurar la confianza es importante el consenso en torno a la renovación del Consejo Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia y la Contraloría. ¿Qué va a exigir el Cosep en este sentido al Gobierno en el 2010?
A juicio de Aguerri, la Ley de Vivienda de Interés Social y la Ley de Desarrollo de Zonas Costeras podrían estimular el crecimiento de la construcción el próximo año y, con ello, a la generación de nuevos puestos de trabajo, que admite es una de las principales demandas de la población nicaragüense.
La llamada Agenda Cosep 2009 planteó iniciativas en el plano económico, así como esfuerzos en el plano político e institucional, como la restauración de la credibilidad democrática, en lo que Aguerri admite falta por seguir trabajando en el próximo año.
“Hemos venido trabajando a lo largo del año en empujar esa agenda, que sentimos es un primer esfuerzo que hace el Cosep por cambiar la forma de operar y de trabajar el sector privado con la Nación”, sostiene al anunciar que están preparando el contenido de la Agenda Cosep para el 2010, la cual darán a conocer en su momento.
Aguerri sostiene que “dentro del esfuerzo de la Agenda Cosep 2009 hemos sido constantes en relación al posicionamiento de defensa que tenemos sobre el modelo de las libertades”.
“Así como nos encontramos con el partido de Gobierno (el FSLN) que habla del modelo del socialismo del siglo XXI, para nosotros en el sector privado el modelo que defendemos es de la libertad, hemos sido consistentes y constantes en dejar sentada la posición en la defensa de la libertad de organización, de movilización, de prensa y de manifestación, en fin, cada una de las libertades que son la esencia de nuestro modelo”, afirmó.
Por eso, enfatiza, el Cosep ha sido “firme” en rechazar la resolución de un grupo de magistrados sandinistas de la CSJ, que intentan favorecer la reelección continua del presidente Daniel Ortega.
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Claro que sí. En el documento base de la Agenda Cosep 2009, que junto a los 17 presidentes de las cámaras presenté al Gobierno, encabezado por el Presidente de la República, dejamos sentada claramente la posición de demandar esa recuperación de la credibilidad democrática y de cambiar ese árbitro creíble en el CSE, de tener observación electoral y de no tener una reforma a la Constitución para no seguir desuniendo a la familia nicaragüense, y de no tener una reforma tributaria en el 2009. Sobre eso hemos venido trabajando. Aquí lo que hay que tener en perspectiva es que hemos venido hablando de libertades, donde la libertad de elegir es importantísima para el futuro democrático de este país y la transparencia que tiene que tener esa liberad de elegir, que tenemos todos los nicaragüenses; va a estar fundamentada en que hagamos los esfuerzos necesarios para que se den los cambios en esa dirección en el 2010 y 2011. Sin embargo, no perdamos de vista que ésta no es una situación únicamente que le atañe al Gobierno de la República, aquí los partidos políticos van a tener un rol que jugar, ellos van a ser al final de cuentas los que van a tomar la decisión final, nosotros lo que podemos es dejar sentada una posición y también trataremos de desarrollar campañas que vayan en esa dirección.
Pero se está cerrando en 2010 con la aprobación de una reforma a la Ley de Equidad Fiscal, que crea un nuevo impuesto (el 1 por ciento sobre ingresos brutos) y a la que el Cosep ha dado su apoyo para mantener el programa económico con el FMI. ¿Cómo explicar esa posición del gremio, cuando muchos dicen que afectaría el capital de las empresas, el empleo y una posible recuperación económica?
En primer lugar tenemos que entender dónde estábamos en octubre, cuando (el Gobierno) presentó ante la Asamblea Nacional un proyecto de ley que se llamó, entre comillas, “Ley de Concertación Tributaria”, de 319 artículos, que cambiaba radicalmente el sistema tributario del país y que buscaba cómo en un período de pocos días se diera la aprobación de esa propuesta, que no llevaba mayor consenso de Nación y no llevaba un análisis del impacto que pudiera tener en el sobrevivir del sector privado ante los tiempos de crisis. De ese documento de 319 artículos, pasamos a la propuesta que fue aprobada (la reforma a la Ley de Equidad Fiscal, el 3 diciembre) y agradecemos a los partidos políticos que hicieron presión para apoyar que pudiéramos sentarnos con el Gobierno, eso va mas allá de la politización del resultado final. Ahora nos encontramos en una situación totalmente distinta, que permite que la situación económica de este país no sufra una catástrofe, que es lo que iba a significar una Ley de Concertación Tributaria como se había presentado. Vamos a tener un impacto, vamos a ser afectados, pero vamos a poder sobrevivir al impacto de esa reforma. De la otra manera no hubiéramos podido sobrevivir, económicamente hablando, porque estamos en momentos difíciles. Por el otro lado hemos asegurado, casualmente en estos días LA PRENSA anunciaba que en El Salvador se aprobó ya la primera parte de la reforma fiscal que le da discrecionalidad a la administración tributaria… Nosotros, con el esfuerzo que hicimos, que no se aumente la discrecionalidad de la administración tributaria y que no seamos sujetos al chantaje político de ningún gobierno, ni de éste, ni del próximo gobierno, no hemos permitido que se nos ponga una pistola en la cabeza y que nos dejen sin espacio para poder tomar las decisiones más allá de lo que la persona que nos pusiera la pistola determinara. Asimismo hemos asegurado que nuestra información, que hoy en día es el valor más preciado de las empresas, no quedara a la discrecionalidad de estudiantes universitarios que se iban a convertir en los nuevos fiscalizadores por parte del Gobierno, asegurando que no se manejara políticamente esta información. Además, que otros sectores no fueran afectados como los jubilados, los asalariados, las pulperías y los contribuyentes bajo el régimen de la cuota fija, etc.
La crítica que se le hace al Cosep, incluso desde LA PRENSA, es que con sus arreglos con el Gobierno le da aire, un respiro, a Daniel Ortega para consolidar una dictadura. ¿Cómo justifican esos arreglos ante esa crítica?
Nosotros le estamos dando un respiro a la Nación, a la economía, al sector privado, a los trabajadores nicaragüenses. El proyecto inicial que presentó el Gobierno pretendía recaudar más de dos por ciento del PIB (más de 150 millones de dólares entre 2010 y 2011), que pretendía recuperar la cooperación que se ha perdido producto del fraude electoral. Por eso es que el esfuerzo nuestro estuvo encaminado a consensuar posiciones con el FMI, y de ahí nace que la cifra que se tenía que buscar era una que no podía ser mayor al 0.7 por ciento del PIB (alrededor de 45 millones de dólares en aumento de la recaudación para el 2010), que viene a responder a una realidad que, como repito, trabajamos en consenso con el FMI para responder a lo que estamos enfrentando económicamente en doble crisis. Tenemos un país donde las exportaciones han caído casi un 8 por ciento, las remesas familiares más del 6 por ciento, donde la inversión extranjera se está reduciendo más de 200 millones de dólares y donde las importaciones también están teniendo una caída importante. Todo eso resulta en un Gobierno con menos recaudación, lo cual significa que es un Gobierno que compra menos que lo que compraba el año pasado. Recordemos que el Gobierno es uno de los grandes compradores de la economía y, en este sentido, todas esas sumas de variables resulta en una situación económica que es la que el FMI, en la búsqueda de estabilidad macroeconómica, establece que tenemos que encontrar el 0.7 por ciento del PIB en recaudación para el 2010.
Hemos dicho que si no hay programa con el FMI, las medidas particulares de reforma a Ley de Equidad Fiscal se verían, comparativamente hablando, disminuidas o no tendrían mayor significado en la magnitud a lo que significarían los impuestos que se tendrían que aplicar en caso que no haya un programa con el FMI, sino que también se estaría poniendo en riesgo la estabilidad cambiaria, la estabilidad monetaria y fiscal de este país. Somos convencidos de que entre lo que pretendía el Gobierno y lo que logramos, definitivamente es el mal menor.
¿Pero cree usted que Daniel Ortega quiere implantar una dictadura en Nicaragua, o no?
Yo no soy analista político, no ha sido ésa mi especialización, no especulo sobre las decisiones de otras personas. En principio puedo asegurar que desde el Cosep vamos a luchar porque no se instaure ninguna nueva dictadura en nuestro país, ése es un elemento que está relacionado intrínsecamente con nuestro modelo de las libertades y vamos a tomar cualquier medida que corresponda y cualquier decisión que nos atañe, si va en la dirección de que no se instaure ese régimen en Nicaragua.
¿Cómo espera que afecte la Ley de Concertación Tributaria que el Gobierno espera retomar en el 2010? ¿Nuevos impuestos? ¿Menos evasión? ¿Hasta dónde puede esta economía aguantar más carga tributaria?
Hay que entender que el objetivo del Cosep era asegurar la estabilidad macroeconómica y esto está directamente relacionado con mantener activo el programa económico con el FMI. En octubre del 2010 se vence el programa con el FMI, eso significa que el FMI tiene que sentarse con el Gobierno para discutir cuál va a ser la posibilidad de extender el programa hasta el año 2011, de cara a esperar al nuevo gobierno (que debería asumir en enero del 2012). Primero hay que esperar, entonces, cuál es el resultado de esas pláticas que van a haber entre el Gobierno y el FMI, para abordar la extensión del programa para el 2011. En segundo lugar, hemos dicho que medidas como el uno por ciento del pago mínimo sobre los ingresos brutos (aprobado en la reforma de la Ley de Equidad Fiscal) tenemos que valorar cuál es el resultado, porque lo que se ha planteado ha sido de cara al 2010, pero el resultado de estas medidas va a definir qué otras acciones se tendrían que tomar de cara al 2011.
El Gobierno ha planteado y acordado con el FMI un aumento del uno por ciento en la cotización patronal al INSS, para el próximo año. Además, el Cosep apuesta a una reforma a la Ley del Salario Mínimo, que plantea una negociación anual en lugar de las dos negociaciones actuales. En ese sentido, ¿cuál es la posición del Cosep?
El tema del salario ha sido prioridad nuestra, de tratar de hacer ver que este tipo de negociaciones se deben, por el beneficio del país, de dar una sola vez al año. Hicimos una propuesta de reforma a la ley, que se introdujo a la Asamblea Nacional desde hace ya bastantes meses y que no ha salido de la Primera Secretaría a la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto; hay una posición férrea de los sindicatos en contra de reducir esas negociaciones de dos al año, a una (…) Efectivamente, se ha mencionado que hay un interés de subir a la patronal en uno por ciento su cotización al Seguro Social, pero hemos dicho que la patronal la representamos únicamente las empresas formales, que van a pagar el costo de la reforma fiscal, el aumento del salario mínimo, y serían las que tendrían que pagar el aumento de la patronal. Entonces, hay que ser muy cuidadosos en que las decisiones que se tomen no vayan en contra de asegurar, no sólo en mantener, estas empresas, sino la posibilidad de que puedan crecer. Vamos a seguir siendo un sector privado comprometido y respetuoso con nuestro sector trabajador, pero también asegurando que el sector trabajador entienda que no se pueden perder empresas.
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