Los vigilantes y operadores de pozos que laboran para la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) decidieron arreciar ayer su protesta para obligar a las autoridades de la empresa aguadora a reunirse con ellos y analizar una propuesta que busca garantizar la estabilidad económica y laboral de al menos 500 empleados.
- A lo largo del día los ánimos de los operadores de pozos, que mantenía la protesta en las instalaciones de Enacal, se fueron calentando y comenzaron a lanzar morteros .
La situación se tornó más tensa cuando se dio un forcejeo entre un agente de la Policía Nacional y varios trabajadores, quienes intentaban ingresar a la instalaciones de la empresa con morteros.
Esto provocó que el suboficial José Benito Reyes resultara con una herida leve en la nariz, después que recibió un golpe que le propinó un trabajador. Sin embargo, la situación no pasó a más.
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Desde muy temprano, por lo menos 200 trabajadores se presentaron a las instalaciones centrales de la empresa y demandaron que se mantenga la estabilidad laboral. Además denunciaron que las presiones psicológicas hacia los operadores de pozos se mantenían para obligarlos a renunciar, para luego “externalizar” el servicio y recontratarlos en una empresa adscrita a Enacal, con un salario menor y sin goce de prestaciones, como el pago de horas extras, viáticos de alimentación y transporte, una práctica que las actuales autoridades nacionales cuestionaron duramente durante las administraciones liberales.
Los trabajadores abrieron por la fuerza el portón principal que da acceso a la empresa y entraron por la gerencia financiera demandando la firma de un acuerdo.
Después de horas de debate se acordó que una comisión de la empresa estudiaría la propuesta de los trabajadores y que se reunirán el próximo miércoles 23 de diciembre.
JORNADA DE 12 HORAS
Gerardo Gallo, secretario del sindicato Che Guevara, explicó que la propuesta presentada a las autoridades de Enacal, establece que se deberá respetar en primer lugar la estabilidad, una jornada de ocho horas de trabajo más el pago de cuatro horas extras por día, viáticos de alimentación y transporte.
Exigen que la empresa desista de querer obligar a los trabajadores a renunciar, para obligarlos a firmar contrato con la empresa de vigilancia Emprosa.
Gallo dijo que Enacal por el momento mantiene una posición poco flexible, manteniendo una propuesta que deja una jornada de trabajo únicamente de ocho horas laborales y reducir las prestaciones de los empleados.
“Nosotros planteamos que establecer turnos de ocho horas sin pago de prestaciones no es posible, porque los ingresos de los trabajadores se reducen en 50 por ciento y nos vemos afectados económicamente. Es por ello que proponemos que se nos paguen salarios fijos que van de los ocho mil a los 11 mil córdobas mensuales; ingresos promedio que tienen los obreros a la fecha, con el pago de prestaciones”, explicó.
DISPUESTOS A NEGOCIAR
Hugo Zapata, gerente financiero de Enacal, estuvo al frente de las negociaciones por la empresa y ayer manifestó que hay disposiciones de negociar con los trabajadores para encontrar una solución pacífica al conflicto laboral.
Zapata negó que se quiera despedir a los trabajadores operadores de pozos y aseguró que se garantiza la estabilidad laboral. Pero también dijo que por el momento la empresa estudiaría la propuesta de los sindicatos.
“Todos los trabajadores tienen derecho a un ingreso justo y la intención es garantizar el futuro económico de los empleados de la empresa. Recordemos que las jornadas laborales son de ocho horas como mínimo y no se puede trabajar más de 12 horas, porque se estarían violentando las leyes.
NEGOCIACIONES SIGUEN
Al final de la tarde, los trabajadores decidieron suspender las protestas para dar oportunidad a que las negociaciones sigan.
Róger Barrantes, asesor legal de las confederaciones sindicales que participaron ayer en las negociaciones, explicó que si Enacal quiere establecer cambios en los horarios de trabajo, no debe afectar los ingresos de los trabajadores, de lo contrario se estarían violentando sus derechos.
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