Por primera vez en una década de existencia, la industria microfinanciera nacional cerrará este año con números negativos, según el informe de cierre dado a conocer por las autoridades de la Asociación de Microfinancieras de Nicaragua (Asomif).
De acuerdo con este informe, el decrecimiento de menos 12 por ciento es el resultado de la crisis financiera y económica nacional e internacional, así como los efectos del movimiento denominado “No Pago”, que durante todo el año impulsó una campaña en contra de estas entidades financieras.
“Según nuestras cifras, nosotros vamos a cerrar con una cartera de crédito de cerca de 490 millones de dólares que representa un 12 por ciento menos que las cifras de cartera del año pasado a diciembre”, explicó el presidente de la Asociación de Microfinanzas de Nicaragua (Asomif), Julio Flores, durante una conferencia de prensa en la que dio a conocer las cifras de cierre del sector de este año.
Afirmó que este año los créditos sufrieron una fuerte contracción a nivel de las microfinancieras, similar a la registrada por el Sistema Financiero nacional.
Según Flores, la actividad financiera en general también cerrará a la baja, al comparar datos de cierre del 2008 con las proyecciones de cierre de este año.
“Son similares a las cifras que muestra el BCN de la reducción del crédito en el Sistema Financiero. Las razones de la contracción es que hubo menos demanda del crédito, pero también mayor cuidado en la colocación por parte de las instituciones microfinancieras”, dijo.
Éste es un indicador que expresa una disminución en el número de clientes del servicio.
- La Asociación de Microfinanzas cuenta con 253 oficinas diseminadas en todo el país y del total de su cartera el 41 por ciento está en manos de mujeres y el resto en varones.
Por otro lado esta asociación genera 2,796 empleos directos en sus diferentes sucursales, de los cuales el 53 por ciento son mujeres y el 47 por ciento varones.
La cartera de crédito está distribuida en 49.7 por ciento al sector agropecuario, el 29.5 por ciento a comercio y servicios, 12 por ciento para viviendas y el 8.7 por ciento para consumo.
“La industria microfinanciera ha venido a llenar un vacío de financiamiento en el sector rural, no completamente, pero sí de manera estimable, tenemos una cartera de 120 millones de dólares en el sector productivo distribuidos en más de cien mil productores hombres y mujeres y eso representa una contribución en el desarrollo del país”, explicó Julio Flores, presidente de Asomif.
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“Estimamos que vamos a cerrar con cerca de 450 mil clientes cuando el año pasado teníamos cerca de medio millón. Hay una reducción de cerca del 15 por ciento. Esto está en línea con la disminución de la actividad económica en Nicaragua”, dijo.
Sin embargo, tomando en cuenta las proyecciones de recuperación de la economía el próximo año, Flores espera un crecimiento para el sector del cinco por ciento con respecto a este año.
EL PESO DE LOS “NO PAGO”
Si bien este decrecimiento de la actividad del sector está marcado por el desempeño de la economía, un alto componente de la caída de la actividad del sector estuvo determinada por la incidencia del movimiento “No Pago”, explicó Flores.
Según estima, del menos 12 por ciento de decrecimiento del sector, al menos cuatro puntos porcentuales están explicados por la incidencia del movimiento del “No Pago”, que además ha puesto en riesgo futuros desembolsos de los agentes financieros internacionales que dan créditos a las microfinancieras nacionales.
Según Flores, son alrededor de 70 millones de dólares los que las microfinancieras tienen que pagar el próximo año, para tener acceso a los servicios financieros del exterior.
“Manejamos préstamos de cerca de 350 millones de dólares, y de ésos tenemos que pagar 70 millones. Se trata de préstamos que en promedio son a tres años de plazo y tenemos que gestionar que esa línea de crédito y esos fondos regresen a las instituciones de microfinanzas”, explicó el presidente de Asomif, quien estuvo acompañado por la directiva.
Agregó que si no se logra recuperar estos fondos, se verían afectados miles de pequeños productores nacionales. “El peligro para el país es que se deje de colocar esa cantidad de plata en los micro y pequeños empresarios y productores. Si no recibimos de regresos esos préstamos, estaríamos afectando a cerca de 70 mil pequeños productores y empresarios”.
Por otro lado, aseguró que Asomif, que aglutina a 19 instituciones de microfinanzas, rechaza el proyecto de ley conocido como Ley Especial para el Establecimiento de Condiciones Básicas y de Garantía para la Renegociación de Adeudos entre las Instituciones Microfinancieras y Deudores en Mora, también llamada Ley de Moratoria que propone una reducción de las tasas de interés de los créditos hasta el 12 por ciento y plazos de hasta 10 años.
“Esto es insostenible, como ya lo dijo el asesor presidencial Bayardo Arce”, afirmó el presidente de Asomif.
En este sentido adelantó que está solicitando reunirse con las diferentes bancadas en la Asamblea Nacional para garantizar el ofrecimiento del Gobierno de solicitar que la directiva del parlamento envíe nuevamente a la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto el proyecto de ley para que sea modificado o desechado.
AMPLIARÁN SERVICIOS
Por otro lado, el presidente de Asomif informó que el sector desarrollará el próximo año nuevos servicios financieros para los usuarios de las entidades de microfinanzas.
Uno de ellos es la creación de lo que se denomina “microseguros”, para las pequeñas empresas nacionales.
Esto se realizará con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en conjunto con la Red Centroamericana de Microfinanzas (Redcamif), explicó Flores.
“Pretendemos ofrecer productos financieros que generen mayor inclusión financiera y que genere seguridad a la actividad”, explicó.
Según afirma, este servicio permitirá dar respaldo a los microempresarios que actualmente no cuentan con el servicio.
Tampoco cuentan con un seguro de salud o de pensión, para lo cual Asomif también está haciendo estudios para valorar la posibilidad de implementar el próximo año “micropensiones”, aseguró.
“Los microempresarios no tienen acceso a la seguridad social ni a los retiros una vez que cumplan los 60 años”, indicó.
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