EFE y AFP
El gobernador colombiano Luis Francisco Cuéllar, secuestrado y asesinado brutalmente presuntamente por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), recibió ayer el último adiós de sus consternados vecinos del departamento del Caquetá (sur), mientras continuaban los operativos militares en esa región para dar con sus asesinos.
“Fue degollado. Miserablemente lo degollaron”, aseguró el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, el martes por la noche, al lamentar la muerte de Cuéllar, secuestrado la noche del lunes en su residencia de Florencia.
- Los familiares del gobernador asesinado denunciaron que no contaba con suficiente protección policial, a pesar de haber sido víctima de varios secuestros.
Él mismo había pedido a los suyos en los últimos días que se cuidaran por los rumores de que la guerrilla de las FARC planeaba hacer algo en el Caquetá antes de Navidad, según dijo Luis Fernando Cuéllar, uno de sus hijos. Las (FARC) van a hacer cualquier cosa estos días. Hay que cuidarse. (EFE)
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Cuéllar, un ganadero quien el martes cumplía 69 años, fue sacado de su vivienda la noche del lunes por una columna de guerrilleros, según el Gobierno. Tras incinerar el vehículo en el que era transportado, los secuestradores procedieron a degollarlo.
Tras conocerse del plagio, el Gobierno ofreció una recompensa equivalente a medio millón de dólares por información que permitiera dar con Cuéllar. En la alocución, Uribe dijo que la recompensa se mantenía para aquéllos que permitan dar con la captura de los responsables del hecho.
MASIVA CONDENA
El asesinato fue repudiado por varios gobiernos del mundo. Estados Unidos, Ecuador y Chile se pronunciaron en contra del asesinato, lo mismo que la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Estados Unidos inequívocamente condena el uso del secuestro y el asesinato como actos políticos, militares o económicos contra cualquier persona u organización”, afirmó la embajada estadounidense en Bogotá a través de un comunicado.
“Este acto de atrocidad y barbarie merece el rechazo de la comunidad internacional que apoya a Colombia en sus esfuerzos por lograr la paz”, subrayó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en un comunicado.
DOBLE MORAL
Por su parte, Uribe criticó que las FARC hayan ofrecido liberar a dos militares que mantienen cautivos a la vez que secuestraban al gobernador de Caquetá, al tiempo que demandó de la comunidad internacional que los califique de “terroristas”.
“Hay quienes pretenden darle reconocimiento político a los narcoterroristas de las FARC. Es bueno que la comunidad internacional reflexione: estas acciones que hacen las FARC, el martirio al que han sometido a los colombianos durante casi 50 años, sólo admiten un calificativo: ‘terroristas’”, dijo Uribe.
Los restos de Cuéllar serán enterrados hoy en Bogotá.
“Con este crimen salvaje, las FARC muestran una vez más su impiedad y total desprecio por las leyes de la guerra y el bienestar de los civiles”, expresó el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, y agregó que a los insurgentes pareciera que “no les importa para nada el dolor y sufrimiento que causan a sus víctimas y familiares”.
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