MADRID/ EFE.- España no dará ningún paso en el reconocimiento del nuevo Gobierno hondureño que deberá formar el presidente electo Porfirio Lobo dentro de un mes mientras esté ligado al poder el mandatario interino Roberto Micheletti o haya presencia de otros dirigentes que apoyaron el derrocamiento de Manuel Zelaya.
El Ejecutivo español confía en que, antes del 27 de enero, cuando Lobo tome posesión de su cargo, Micheletti se haya retirado y no sea él quien dé el testigo al nuevo presidente, ganador de las elecciones celebradas el 29 de noviembre, informaron a Efe fuentes gubernamentales.
El reconocimiento de España de las futuras autoridades hondureñas pasa “por que se borre toda huella de los golpistas, por que se constituya un Gobierno de reconciliación y por que se busque una salida digna a Zelaya”, añadieron las fuentes.
El Ejecutivo español admite que es necesario encontrar una salida, pero afirma que estas condiciones son las que exige la comunidad internacional, aunque países como Estados Unidos, Colombia y Panamá ya anunciaron que reconocerán a Lobo como nuevo presidente.
El conservador Partido Popular, el principal de la oposición en España, también es partidario de reconocer a Lobo como medida para superar la crisis política que vive el país centroamericano y recuperar la normalidad democrática.
Para el Gobierno español, Zelaya “sigue siendo el presidente constitucional”, después de que fuera derrocado contra su voluntad el 28 de junio por pretender promover una consulta popular orientada a reformar la Constitución, pese a tener una prohibición legal. Zelaya permanece refugiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 21 de septiembre.
La vuelta a Honduras del embajador español en este país, Ignacio Rupérez, también está condicionada a lo que ocurra el 27 de enero.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ordenó la llamada a consultas a Rupérez el 3 de julio, en protesta por el golpe de Micheletti, aunque la embajada en Tegucigalpa sigue abierta con un encargado de negocios al frente.
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