CARACAS/ AFP.- La “ilusión Obama” terminó por el “descarado intervencionismo” de Estados Unidos en América Latina, estimó este domingo el mandatario venezolano Hugo Chávez, en referencia a las “amenazas” contra Venezuela desde Colombia y a la “dictadura made in USA” de Honduras.
En su columna semanal de prensa “Las líneas de Chávez”, el mandatario expresó que 2010 “no será un año fácil: los agentes de la reacción internacional preparan su guión para revertir el proceso emancipador que vive Nuestra América”.
No dudó en señalar al presidente estadounidense Barack Obama y al “descarado intervencionismo” de su administración. “No hay que llamarse a engaños, se acabó la ilusión Obama”.
“Véase la amenaza imperial en ciernes contra Venezuela desde Colombia: la Colombia hermana convertida en el Israel de la América del Sur”, indicó Chávez, al insistir en el acuerdo militar que permitirá que tropas estadounidenses operen de manera controlada en al menos siete bases colombianas.
El convenio, que Chávez considera una “amenaza” contra Venezuela, lo motivó a congelar sus relaciones con Colombia en julio pasado.
Asimismo, el mandatario venezolano ratificó su condena a “la dictadura militar hondureña (que) continúa en el poder”.
“La reacción, en todos nuestros países, cuenta ahora con un modelo de golpe de Estado para el siglo XXI: golpes con fachada legal que llevan el sello made in USA”, zanjó.
Por otra parte, Chávez puso en “entredicho el funcionamiento de la ONU como organización mundial efectiva”, luego que en la cumbre climática de Copenhague, celebrada en diciembre, no haya privado el “principio de igualdad entre las naciones”.
“Quienes nos están colocando al borde de un ecocidio inimaginable, los causantes del cambio climático, deben ser obligados a asumir sus responsabilidades”, indicó.
Venezuela protestó junto a Bolivia, Cuba, Costa Rica y Nicaragua un acuerdo elaborado por los jefes de Estado en Copenhague, por considerarlo “irrespetuoso” del procedimiento de la ONU.
Según las delegaciones, el texto no recoge objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ni compromisos precisos de ayuda financiera a los países en desarrollo.
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