BOGOTÁ/ EFE
La Dirección de Estudios Sectoriales del Ministerio de Defensa, un “centro de pensamiento estratégico” de esa cartera, advirtió en un documento que si Colombia no compra armas está expuesta a un ataque militar extranjero en el término de cinco años, publica la prensa local.
El documento analiza los “retos y amenazas” para la Fuerza Pública en los próximos años, y destaca que hay “aspiraciones expansionistas ideológicas y territoriales” que amenazan a Colombia, sin mencionar directamente a ningún país.
Según el diario El Tiempo, el análisis fue entregado en octubre pasado y refleja hasta dónde llega la preocupación del Gobierno por la posibilidad de una agresión externa.
Sobre ese asunto ha aludido en las últimas semanas y en distintas ocasiones el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
“Teniendo en cuenta el cambio en el entorno estratégico regional, la tendencia a la polarización política y las aspiraciones expansionistas manifestadas por algunos países, tanto en términos ideológicos como territoriales, surge la necesidad de hacer un mayor énfasis en la protección de la soberanía nacional”, destaca el estudio.
Añade que “es previsible que actores externos aprovechen elementos remanentes de la confrontación armada interna para adelantar sus acciones” en contra de la soberanía de Colombia.
El peligro es latente según analistas del Ministerio de Defensa, quienes enfatizan en que la compra se concretará dependiendo de la inversión que haga el Gobierno colombiano en materia de seguridad entre el 2011 y el 2014.
El informe destaca que para enfrentar los llamados “cambios en el escenario regional” se hacen necesarias esas adquisiciones de armas, y subraya que “los costos de un conflicto externo son mucho más altos que el costo de esa capacidad (de comprar armamento)”.
El Gobierno colombiano “está ante la encrucijada de definir qué tipo de material compra” con el dinero recaudado por la extensión de la vigencia del “impuesto al Patrimonio”, entre 2011 y 2014, señala el estudio.
Agrega que “con la guerrilla todavía fuerte la opción obvia sería adquirir más de los helicópteros y aviones livianos que revirtieron la tendencia del conflicto en la última década”.
No obstante, los autores del informe consideran que seguir ese camino “abriría nuevos frentes de riesgo”.
“El efecto de estas decisiones (priorizar el conflicto interno) fue un incremento de la brecha existente con respecto a los países vecinos (…), que han venido fortaleciendo sus aparatos militares”, dice el documento.
Asimismo, plantea una postura reciente del Ministro de Defensa: “Sin que signifique entrar en una carrera armamentista, Colombia debe adquirir una capacidad disuasiva creíble que le permita convencer a un adversario potencial que en caso de una agresión el costo a pagar sobrepasa los eventuales beneficios del ataque”.
El documento consigna también una “lista de compras ineludibles”.
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