El presidente Daniel Ortega no olvidó a la Policía en uno de sus últimos decretos del año pasado y estableció una normativa en la que aumentó supuestamente los años de servicio necesarios para el retiro en esa institución, tal como hizo con el Ejército a mediados de diciembre, confirmó una fuente policial.
El contenido del decreto aún es desconocido, pero la comisionada mayor Vilma Reyes, vocera de la Policía Nacional, confirmó la existencia del documento presidencial.
Reyes sostuvo que fue publicado en los últimos días del año en La Gaceta, Diario Oficial.
“Ya salió en La Gaceta el decreto del Presidente. Creo que salió hace dos días. Buscá la última Gaceta. Me gustaría que vieras la solicitud de la directora, la respuesta del Presidente, antes de hablar”, dijo Reyes.
La ampliación de los años de servicio para el retiro fue abordada por las máximas autoridades policiales en el país, según una disposición colgada en el sitio electrónico de la institución (http://www.policia.gob.ni/).
Ahí se deja claro que la reglamentación nació de una petición del cuerpo de seguridad pública al mandatario, que ya en el pasado mediante decreto aumentó la cantidad de comisionados generales —ubicados usualmente en la posición de subdirector— para incluir a su consuegro Francisco Díaz y a otro cercano oficial, Róger Ramírez.
La disposición policial es la número 007-2009. Fue firmada por la primera comisionada Aminta Granera Sacasa, jefa nacional de la Policía que consensuó su propuesta con los tres subdirectores y el inspector general.
argumentos policiales
Granera plantea que esta propuesta es “para regular el tiempo máximo de permanencia activa de los miembros de la Policía Nacional” y fue elaborada el 18 de diciembre pasado, tres días después que estallara públicamente el debate sobre las implicaciones de la normativa militar con la que Ortega benefició a una casta de generales en el Ejército.
La Policía también mantiene en secreto el contenido de su propuesta, por lo tanto se ignora si varió en relación con la publicada supuestamente por el mandatario.
Nadie dice nada
En el primer día feriado del año, Granera no ofreció ninguna aclaración, pese a las constantes llamadas a su celular y el mensaje que se dejó en su residencia, donde informaron al cierre de la edición que “ella salió, no dijo nada”.
Sus colaboradores más cercanos tampoco ofrecieron ninguna explicación. De hecho, ninguno respondió su celular a lo largo del día.
En la disposición número 007-2009 los altos mandos concuerdan en que la institución — fundada el 5 de septiembre de 1979, días después del derrocamiento de la dictadura de los Somoza—, ya arribó a 30 años y se plantea con la edad un problema.
“La generación de policías fundadores, en su mayoría forman parte de la cadena de mandos, poseen una amplia formación en materia policial, conocimientos y vasta experiencia que han adquirido a lo largo de su carrera, constituyendo una de las principales fortalezas de la institución, siendo necesario definir su permanencia, conforme lo dispone la ley y la reglamentación respectiva”, dice Granera.
¿igual que militares?
Los expertos consideran que la medida era necesaria, pero muestran suspicacias en la posibilidad de que Ortega haya calcado los puntos aplicados a la nueva normativa militar y deje abierta la posibilidad de que en la Policía existan también cargos vitalicios, tal como puede ocurrir en el Ejército después de la reforma empujada por Ortega que fue planteada por el comandante en jefe saliente, Omar Halleslevens.
Roberto Orozco, experto en temas de seguridad del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), sostuvo que el problema de sucesión generacional en la Policía Nacional es real y recordó que, si la reforma no va acompañada de un plan efectivo de sucesión, se corre el riesgo de quedar vacía.
Según Orozco, el 60 por ciento de los casi 300 oficiales que componen el escalafón de mando se hubieran ido a la calle si se cumple lo establecido en la ley 228.
“El retiro de estos oficiales sería un golpe contundente en el sentido de la capitalización humana. Nosotros propusimos que el Ejecutivo debería prever esa situación, una serie de oficiales que tenían altos grados académicos —policialmente, en asuntos administrativos— el IEEEP recomendó que debería darse una transición paulatina por sanidad institucional. En ese momento era válido, creo que continúa siendo válido ese planteamiento, coincidimos con la primera comisionada”, comentó el especialista, sin dejar de expresar sus dudas sobre todo el contenido de la reforma planteada por Ortega.
El comisionado general en retiro, Francisco Bautista Lara, antiguo subdirector de la institución, tampoco se quiso arriesgar a comentar sin conocer el contenido del decreto.
Ley ya evita retiros
Sin embargo, Bautista Lara recordó que existe un artículo en la ley donde se plantea que, aún si se cumplen los treinta años de servicio, la directora de la Policía tiene la potestad de evitar el retiro de los oficiales.
Ese artículo lo cita Granera en la propuesta a Ortega (el número 99 de la Ley 228), pero asimismo solicita una normativa “como aspecto sustancial de la carrera policial”.
Para Bautista Lara la petición de Granera es “acertada y no debería ser traumática”.
“Tendría que saber la propuesta para opinar sobre ella. Hay cosas que se pueden y otras que no de conformidad con la ley. Si vos te referís a los 30 años de servicio, la ley perfectamente puede ampliar los 30 años de servicio si la persona lo quiere y la institución lo autoriza.
¿ESTÁN FORMALIZANDOLAS COSAS?
Si están formalizando esa facultad me parece correcto y no debería haber ninguna polémica al respecto”, dijo el alto oficial en retiro.
Bautista Lara recordó que cuando entraron a la Policía muchos de ellos tenían apenas 18 años y pasarían a retiro a los 48.
“En ese tiempo los 30 años se miraban lejos y se dejó esa ventanita. Nosotros íbamos a cumplir 30 años de servicio siendo jóvenes, y podías prolongarlo hasta los 55 años de edad. Un retiro anticipado era un proceso muy costoso para el Estado”, explicó Bautista Lara.
P
ara el experto en temas de seguridad, Roberto Orozco, el plan de sucesión policial debe ser un asunto prioritario para todos. Sobretodo, porque, de acuerdo con él, “hay un ochenta por ciento de oficiales en cargos intermedios que tienen arriba del tiempo que necesitaban para subir en grados y cargos. Te repito no conozco a fondo la propuesta de la Policía, pero esto es una necesidad real”, explicó.
Francisco Bautista Lara. LA PRENSA/ARCHIVO
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