Everth Cabrera se reportará este mes al campo de entrenamiento de los Padres de San Diego, en Peoria, con la misma actitud que lo hizo el año pasado, cuando era un extraño que buscaba un lugar en el equipo.
“Sigo con ‘hambre’, ahora por mantenerme en este nivel. No voy a llegar confiado a los entrenamientos, voy a trabajar con la misma intensidad de costumbre”, dice con firmeza el nandaimeño, quien en el 2009 irrumpió con cierta brillantez en las Ligas Mayores, al punto de ser comparado con jugadores de primera línea como Rafael Furcal y Omar Vizquel.
Cabrerita no llegará a luchar por un puesto. Iniciará la temporada como el titular del campo corto de los Padres.
- Everth Cabrera cumplió 23 años en noviembre pasado.
En 103 partidos, en su año de novato, bateó para .255, con 18 dobles, ocho triples, dos jonrones, 59 anotadas, 31 remolques, 46 boletos y 25 robos.
Fue el primer nicaragüense en recibir un voto para el premio de Novato del Año.
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Como contraparte, debe rendir porque ahora San Diego tiene la oportunidad de maniobrar con él y están en capacidad de enviarlo a las Ligas Menores, a diferencia del año pasado, cuando estaban obligados a mantenerlo arriba porque fue obtenido por el sorteo de la Regla 5.
“Yo sé que el segundo año es difícil. Ahora me conocen más, pero yo también he aprendido y no voy a dejar quitarme este puesto tan fácilmente”, argumenta Cabrera.
“Lo único que le pido a Dios es salud. Los números van a salir por mi cuenta, solamente necesito estar saludable”, agregó.
Everth pasó Navidad y Año Nuevo en nuestro país al lado de su familia, después de varias semanas en San Diego, en donde estuvo entrenando junto a varios compañeros de equipos, como Kevin Kouffmanov y algunos días con el cañón mexicano Adrián González.
Allá tuvo la oportunidad de conocer a un nuevo instructor del equipo, Dave Roberts, justo el último jugador de los Padres en estafar 40 bases en una temporada. “Me dijo que vamos a trabajar en los robos”, dijo el nica.
Roberts estafó 49 colchonetas en el 2006. Cabrera robó 25 en el 2009 y sin dudas atacar la marca de su instructor será una motivación adicional.
Otra meta del nandaimeño es ganarse el puesto de lead-off de los Padres.
“Me gustaría ser el primer bate. Estoy listo para eso”, aseguró.
Cabrera está programado a irse a mediados de este mes y además del beisbol recibirá clases de inglés tres veces a la semana. El año pasado le puso mucho interés y progresó al punto que dio varias entrevistas sin necesidad de un intérprete, pero aún debe mejorar más.
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