CORRESPONSAL/MASAYA
Familiares de la niña Hazel Magdalena Sánchez Martínez pedirán a la Policía que investigue el fallecimiento de la menor el pasado sábado.
La pequeña, quien tenía 8 años, falleció tras sufrir un trauma craneal provocado al caer de una camioneta en marcha.
Pese a que el accidente sucedió a las tres de la tarde del primero de enero y la niña fue llevada de inmediato al Hospital Humberto Alvarado, de Masaya, el pediatra de turno, doctor Pablo Brenes, quien la atendió, le mandó a hacer una radiografía y le dio de alta, porque supuestamente estaba bien, dijo Gregoria Hernández, abuela de la víctima.
Relató que al día siguiente su nieta mostraba síntomas de mareos y vómito. Por esta causa la llevó a un médico particular, quien le recomendó volver a llevarla al hospital para que la trasladaran al Lenín Fonseca, de Managua. El médico privado presumía un trauma craneal.
En esas circunstancias, la menor de edad fue trasladada al hospital capitalino, donde falleció el sábado.
Hernández manifestó que el accidente ocurrió cerca de la iglesia Magdalena, donde se celebraba a la Virgen María y los niños también se unieron a la celebración.
Tras una parada, el conductor de la camioneta arrancó abruptamente. Dos de los niños se tiraron del vehículo, pero Hazel no logró agarrarse y cayó de cabeza, relataron los niños sobrevivientes.
Según algunos testigos, la camioneta es propiedad de la familia Valle Jarquín, muy conocida en el barrio Monimbó.
Hernández manifestó que tanto la distracción de los que iban en la camioneta como el aparente desinterés del médico que atendió a la niña tienen que ver en el fallecimiento de la menor. Este año Sánchez cursaría su tercer grado en la Escuela Modelo de Monimbó, bajo la protección de Hernández, quien la crió desde pequeña, porque su madre falleció de cáncer, cuando tenía 11 meses.
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