TEGUCIGALPA/ACAN-EFE
El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, dijo hoy que la toma de posesión del gobernante electo, Porfirio Lobo, la verá por televisión, porque no piensa asistir a esa ceremonia que se celebrará en el Estadio Nacional, de Tegucigalpa, el próximo 27 de enero.
“Yo voy a verlo desde el canal de televisión, la fiesta, que es fiesta de hondureños”, subrayó Micheletti en escuetas declaraciones a la radio HRN.
Micheletti, quien por designio del Parlamento sucedió al depuesto presidente, Manuel Zelaya, tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, minimizó el hecho de que a la toma de posesión de Lobo pueden venir muy pocos extranjeros invitados, porque la mayoría de la comunidad internacional no reconoce las elecciones de noviembre.
Lobo ganó los comicios del 29 de noviembre pasado con más de un millón de votos.
“Me encanta que estén ya tomando lo que yo dije un día, cuando me preguntaron qué va a pasar con los extranjeros que vengan o que no van a venir, pero es que esta es fiesta de hondureños”, enfatizó Micheletti.
Agregó que se trata de una fiesta en la que el pueblo hondureño eligió al presidente y que “el pueblo quiere ver el momento en el que le pongan la banda presidencial para que inicie su gobierno”.
“No voy a ir al estadio porque yo quiero complacer a don Pepe (Porfirio) Lobo, porque no quiero que sea un pretexto más para que se me responsabilice por algunas cosas que puedan suceder en el país”, expresó Micheletti.
En diciembre pasado Lobo dijo a periodistas que prefería que Zelaya y Micheletti no estuvieran en su toma de posesión, porque ambos “ya son historia”.Micheletti, quien hoy tiene previsto recibir al subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Craig Kelly, no dijo cuándo entregará el poder, aunque a finales de 2009 reiteró que lo hará el 27 de enero.
Kelly, quien ayer se reunió por separado con Zelaya y Lobo, llegó a Honduras en un nuevo intento de Washington para que la crisis política del país centroamericano se resuelva en el marco del Acuerdo Tegucigalpa-San José, que representantes del derrocado presidente y de Micheletti firmaron el 30 de octubre de 2009.
La crisis, según Estados Unidos, debe estar resuelta antes de la toma de posesión de Lobo.
Zelaya, quien el 7 de noviembre pasado dio por fracasado el Acuerdo Tegucigalpa-San José, sigue exigiendo su restitución en el poder desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permanece refugiado desde el 21 de septiembre.