EE.UU./CABLES COMBINADOS
Estados Unidos y Europa son azotados por una ola de frío que lejos de amainar parece intensificarse.
La nieve se ha amontonado de tal manera en Iowa que los conductores no pueden ver bien en ciertos cruces y en Dakota del Norte un taller dedicado a la reparación de máquinas quitanieves tuvo que rechazar encargos.
Mientras, los residentes se preparaban el jueves para rec ibir nuevas nevadas y heladas con viento que harían descender la temperatura incluso a 46 grados centígrados bajo cero (menos 52 Fahrenheit).
El frío clima tiene además atenazado el sur del país, donde seguramente habrá nieve y hielo de Carolina del Sur a Luisiana.
Un viento frío muy peligroso barrió con anterioridad el centro del país, incluyendo temperaturas de 46 grados centígrados bajo cero en el norte de Dakota del Norte, 40 bajo cero (menos 40 Fahrenheit) en partes de Dakota del Sur y 32 bajo cero (menos 27 Fahrenheit) en Nebraska, según el Servicio Nacional Meteorológico.
- Beijing tuvo ayer su mañana más fría en casi 40 años y su nevada más copiosa desde 1951. Gran Bretaña está sufriendo su racha más larga de heladas desde 1981. Y un clima invernal se ha apoderado del sur de Estados Unidos, incluyendo los huertos y las playas de la Florida.
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“Las temperaturas bajarán en picada”, comentó Billy Williams, un meteorólogo de Sioux Falls, en Dakota del Sur. “El viento ha disminuido lentamente”.
Otros 25 centímetros de nieve son esperados en Iowa, enterrada ya bajo más de 61 centímetros en diciembre, mientras que 22 centímetros caerán en el sudeste de Dakota del Norte. Por otra parte, se esperan vientos de hasta 48 kilómetros por hora en Illinois, junto con 28 centímetros de nieve en Nebraska y Iowa.
El frío no ha cedido desde que apareció en el este del país a principios de semana, con cinco días seguidos de temperaturas bajo cero, incluyendo 33 bajo cero (menos 28 Fahrenheit) en Chanhassen, Minnesota, según el servicio Nacional Meteorológico.
“Es brutalmente frío, definitivamente brutal”, comentó el meteorólogo Tony Zaleski.
PARALIZACIONES EN EUROPA
Mientras en Europa la ola de frío polar que azota a varios países desde hace días y que ayer se extendió al sur del continente ha provocado cierre de aeropuertos, retrasos y cancelaciones de vuelos, carreteras y tramos ferroviarios cortados y problemas en el suministro eléctrico.
El Reino Unido, con temperaturas de hasta 13 grados bajo cero en Manchester, lleva ya días bajo los efectos de la ola de frío, que ha obligado a la cancelación de vuelos, el cierre de aeropuertos y la clausura de más de 2 mil escuelas en zonas de Escocia, Gales y el sureste de Inglaterra.
También las comunicaciones ferroviarias entre el Reino Unido y el continente se vieron afectadas y un tren que circula bajo el Canal de la Mancha estuvo detenido durante dos horas a pocos kilómetros de salir del túnel con destino a Londres, procedente de Bruselas.
En Francia, donde 17 departamentos occidentales están en alerta, la nieve ha provocado retrasos en los trenes de alta velocidad y la circulación de carreteras ha registrado problemas.
También en Alemania el transporte es el sector más afectado por la ola de frío, en concreto la navegación fluvial, y se han tenido que cerrar por congelación numerosos canales y ríos, como 60 kilómetros del canal Elba-L beck.
Al menos nueve indigentes han muerto hasta ahora en Alemania a causa de la ola de frío, con temperaturas permanentes bajo cero desde hace semanas, según la Comunidad Federal de Trabajo para Personas sin Techo, mientras que en Polonia han fallecido más de 120 personas desde octubre.
VÍCTIMAS SIN HOGAR
La mayoría de las víctimas eran personas sin hogar y con problemas de alcoholismo, que perecieron por congelación.
Pero la ola de frío también llegó ayer al sur de Europa, y en España se multiplicaron los problemas por el temporal de lluvia y nieve, que ayer se cobró la muerte de una anciana en Granada, al inundarse su vivienda.
Mientras en Rusia, una tormenta de nieve azotó Moscú y complicó el funcionamiento de las infraestructuras sin afectar demasiado a los habitantes, en plena Navidad ortodoxa.
Sin embargo en Austria, Viena despertó ayer con una capa de apenas unos centímetros, que no afectó al tráfico rodado.
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