El creciente desempleo y la falta de interés por crear políticas en esa área son los aspectos que el sector sindical señala a la administración de Daniel Ortega, que mañana 10 de enero cumple tres años.
Nilo Salazar, presidente del Congreso Permanente de Trabajadores (CPT), dijo en entrevista con LA PRENSA que en materia laboral se ha percibido “un retroceso muy fuerte en este Gobierno”.
El principal problema, opinó, es el creciente desempleo, el cual ha desencadenado mayor migración de los nicaragüenses en busca de trabajo. Esto, dijo Salazar, “destruye los núcleos familiares”.
“En el aspecto salarial, nosotros vemos una política que ha venido moviéndose, pero el costo de vida siempre ha estado por encima de los salarios que han devengado los trabajadores”, afirmó.
“En toda la mañana de hoy me he encontrado con más de 200 trabajadores buscando empleo en el sector construcción, buscando de empresa en empresa. Eso qué nos dice, que la situación se ha empeorado”, agregó.
Sobre este tema, el secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores José Benito Escobar (CST-JBE), Miguel Ruiz, concuerda con Salazar y recalca que el principal problema para los trabajadores con este Gobierno ha sido el desempleo y falta de políticas para crear nuevas plazas.
“Argumentan la crisis internacional, pero también (tiene que ver) nuestro problema nacional. Observamos un problema serio. A nuestro juicio debe haber una concertación entre empresarios, Gobierno y trabajadores para definir las estrategias y prioridades en torno a la política de empleo”, explicó.
El otro gran problema, dijo, es que las “políticas sociales deben desarrollarse de cara a los trabajadores” y analizar cómo frenar la migración y cómo mejorar la capacitación técnica y profesional de la fuerza laboral y así hacerla más competitiva.
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REPRESIÓN SINDICAL
Ruiz también mencionó en que en este Gobierno no se ha permitido la libertad sindical que pregona el Presidente y sus funcionarios más cercanos. A manera de ejemplo citó al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), donde “ha habido niveles de falta de tolerancia y de represión sindical”.
“Estos funcionarios no están siendo consecuentes con el discurso del presidente Ortega y lo que prometió en campaña, en materia de estabilidad y derechos laborales”, afirmó.
José Espinoza Navas, de la Confederación de Unificación Sindical (CUS), opinó que el gobierno de Daniel Ortega ha puesto énfasis en la macroeconomía del país, por sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional, no así en la microeconomía.
“Muchos sectores han sido deprimidos, como la construcción; en el sector público ha habido ciertos directores y ministros que han despedido a quienes no son sandinistas. En ese sentido desconocemos si esto es un lineamiento del Gobierno, pero no ha hecho nada para que a eso se le ponga freno”, añadió.
Espinoza recalcó que el Gobierno debe impulsar programas de generación de empleo, y para ello debe ponerse de acuerdo con el sector empresarial y trabajadores, y así “elaborar un proyecto a largo plazo de generación de empleos, productivos particularmente”.
Sobre este tema, el economista José Luis Medal valoró que en la administración de Daniel Ortega “no se han creado suficientes empleos”, mientras “la población económicamente activa crece en más de cien mil trabajadores anuales, los que no han sido en manera alguna absorbidos por el sector formal de la economía”.
“Por otro lado, tampoco se mejora la capacitación de la fuerza de trabajo. Particularmente, la educación técnica y vocacional es insuficiente e inadecuada”, continuó.
LO “POSITIVO”
Ruiz destaca que en este Gobierno ha habido “esfuerzos en resolver los conflictos” que llegan al Ministerio del Trabajo. Agregó que dicho ministerio ha mejorado las inspecciones en las empresas, y que el Gobierno en general ha estado abierto a una negociación colectiva.
Un ejemplo de ello es el acuerdo tripartito de salario mínimo el año pasado, y el acuerdo firmado para el sector de zona franca, en el cual se definió el ajuste salarial para tres años.
En este sentido, Pedro Ortega, secretario de asuntos laborales de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), destacó los ajustes salariales de dos dígitos que ha tenido el salario mínimo entre 2007 y 2008.
“Antes de empezar este Gobierno, los trabajadores de zona franca ganaban aproximadamente 80 dólares como salario mínimo, ahora, con el último ajuste del 12 por ciento, andan por 140 dólares”, dijo.
“Consideramos que en materia laboral este Gobierno ha hecho un buen papel… Este ministerio no se ha parcializado y ha cumplido su función”, agregó el representante de la CST.
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