Para representantes de organizaciones de la sociedad civil, los tres años de gobierno del presidente Daniel Ortega han dejado un saldo negativo porque se han caracterizado por el constante deterioro del respeto hacia los derechos ciudadanos y políticos de los nicaragüenses.
De manera particular, las mujeres consideran que se convirtieron en el “blanco” de esas violaciones, y que la violencia gubernamental se convirtió en “incentivo” para la violencia doméstica que derivó en un incremento del número de mujeres asesinadas.
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- Pintor español, creador del movimiento cubista. Murió en Francia, el 8 de abril de 1973 a los 91 años.
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“La política gubernamental de hostilidad e irrespeto ha profundizado la brecha de descalificación, discriminación y de abuso hacia los derechos de las mujeres, provocando como consecuencia un incremento en el número de mujeres asesinadas en episodios de violencia intrafamiliar que este año subió a ochenta. Si abusa el primer mandatario, por qué no va abusar un hombre en el seno de su familia. Ése es el mensaje negativo que se está asentando en la vida y en la cultura nicaragüense”, dijo Juanita Jiménez, dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM).
Violeta Granera, directora del Movimiento por Nicaragua y dirigente de la Unión Ciudadana por la Democracia (UCD) que integra a unas veinte organizaciones, asegura que en estos tres años de gobierno ha habido un “abierto y franco retroceso”, caracterizado por el irrespeto a la libre asociación, movilización y expresión.
“Eso se puede percibir fácilmente a través de los medios de comunicación, ya que no sólo se ha tratado de coartar las libertades sino también el prestigio de las organizaciones. Hay casos emblemáticos como el del Movimiento Autónomo de Mujeres y el de Cinco (Centro de Investigación de la Comunicación). Además, es preocupante la forma tan agresiva con la que se ha tratado de evitar que la ciudadanía se pueda expresar en las calles”, comentó Granera.
Las organizaciones esperan que durante el 2010 la policía siga garantizando la seguridad de la población, como hizo el pasado 21 de noviembre, para que la ciudadanía, que venció el temor a la agresión por manifestarse en las calles, pueda seguir haciendo uso de ese derecho.
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