CARACAS/ EFE
La devaluación del bolívar y el cambio dual de la moneda venezolana anunciados por el presidente Hugo Chávez generarán mayores ingresos para el Estado, pero más inflación y crisis para los ciudadanos, en opinión de diversos expertos y políticos.
Economistas y dirigentes opositores coincidieron en afirmar que la medida permitirá al Ejecutivo recabar más dinero en un año electoral, con legislativas convocadas en septiembre, pero perjudicará gravemente a los ciudadanos al crear más inflación.
Según el experto Orlando Ochoa, los precios “van a subir, pero el Gobierno necesita más ingresos y recibirá el doble por sus exportaciones”.
En declaraciones a medios locales, el experto consideró que se trata de un sistema de cambio que privilegia al sector público.
“El Estado importa a 2.6 bolívares y recibe 4.3 bolívares por cada dólar de sus exportaciones”, dijo.
Al anunciar la devaluación de la moneda, hasta ahora en 2.15 bolívares por dólar, Chávez indicó que se establecían dos tipos de cambio: uno de 2.60 bolívares y otro de 4.30, siempre en el marco del control estatal de divisas, vigente desde 2003.
La cotización de 2.60 bolívares regirá las importaciones prioritarias, entre ellas las del sector de los alimentos, la salud, el de maquinarias y equipos, ciencia y tecnología y todas las importaciones del sector público, así como remesas familiares o recursos de consulados y embajadas acreditadas en Venezuela.
Para el resto, se utilizará una paridad de 4.30 bolívares por dólar, que llamó “dólar petrolero”, y que especialmente permitirá cubrir los requerimientos del sector automotriz, del comercio y de las telecomunicaciones.
Devaluación adornada
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicio de Caracas, Víctor Maldonado, dijo ayer que las medidas, que entrarán en vigor mañana lunes, no son más que una devaluación adornada con un conjunto de promesas.
En declaraciones recogidas por la emisora Unión Radio, Maldonado destacó que “el dólar diplomático, que es el que se reserva el Gobierno para sus propios negocios y rangos esenciales como alimentos y medicinas, supone un 21 por ciento de devaluación y el dólar petrolero un 100 por ciento de devaluación”.
“En promedio, sacando las correcciones que tienen que ver por el peso de cada uno de los rubros afectados, tenemos un 76 por ciento de impacto mínimo global en este momento, o sea nuestra moneda se devaluó en un 76 por ciento”, manifestó.
En su opinión, el sistema de cambio está “institucionalmente corrompido, no sólo por aquellas razones que se puedan imaginar del funcionario que pide comisión, sino corrompida porque no sirve a los efectos que el Gobierno se planteó de mantener los precios bajos, una dinámica de importaciones controlada”.
Piden aclaraciones
Otros responsables económicos, como el presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), Fernando La Riva, solicitaron aclaraciones al Gobierno con respecto al cambio dual que estableció sin ofrecer todos los detalles, y el alcance en los diversos sectores no citados hasta ahora.
Indicó que, por ejemplo, los boletos (billetes) aéreos no son un rubro de primera necesidad y se preguntó si en su caso se iba a aplicar el cambio a precio de “dólar petrolero”.
Las críticas y advertencias de los expertos y representantes del sector económico venezolano se han sumando a las primeras reacciones de rechazo de los dirigentes políticos opositores a las medidas del Gobierno.
Tanto el partido Primer Justicia, como Un Nuevo Tiempo, al igual que el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, criticaron la devaluación y todos consideraron que va a suponer una mayor inflación en un país que cerró 2009 con un índice de 25.1 por ciento, uno de los más elevados del mundo.
Al hacer el anuncio, Chávez subrayó que el objetivo, con esas medidas, era “estimular la política exportadora, que Venezuela sea un país que exporte y dejar de estar dependiendo exclusivamente del petróleo”.
Asimismo, el titular de Finanzas y Economías, Alí Rodríguez, consideró que las medidas permitirán “frenar un abrupto incremento en el costo de los bienes importados”, en este país, quinto productor mundial de petróleo.
Ahorros mermados
Una opinión que no comparte Ledezma, el alcalde opositor de Caracas, para quien “esto no es más que un Viernes Rojo que se burla de los esfuerzos que ha hecho cada ciudadano para tener los ahorros que hoy se le desvanecen en las manos”.
En todo caso, según los analistas, la medida puede suscitar el descontento entre los ciudadanos en momentos en que la popularidad del presidente Chávez ha experimentado un descenso, aunque sigue situándose en torno al 50 por ciento, casi once años después de su llegada al poder.
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