El vicepresidente Jaime Morales Carazo aclaró que está de acuerdo con el decreto del presidente Daniel Ortega, que usurpa funciones al Poder Legislativo, pero lo considera una forma “debatible y cuestionable” de negociar.
Ortega impuso por decreto que altos funcionarios de los poderes del Estado continúen en sus cargos aunque se les haya vencido el período por el que los nombró el parlamento.
Luis Carrión Cruz, ex miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista (FSLN), opinó que así Ortega le puso una pistola en la cabeza a la oposición para obligarla a que elija a los funcionarios que él desea.
El vicepresidente Morales Carazo, quien ayer asistió a la firma de un crédito para la expansión de un proyecto geotérmico, considera que por estar en un año preelectoral ese decreto es parte de “una serie de presiones” que él prefiere no clasificar de válidas o inválidas, porque la política es un territorio en el que muchas armas se utilizan.
“En este país todo es negociable y en política con más razón”, dijo Morales.
Sobre la posible reelección de funcionarios, el Vicepresidente considera que es más sana la alternancia y renovación, pero si las leyes lo permiten no se opone a ella.
Dijo esperar que en la elección de funcionarios impere la negociación, para que esta crisis, igual que otras provocadas por fallos, leyes marcos o resoluciones, termine en “consenso”, sin importar que se le llame pacto, repacto o simplemente consenso.
“A veces se utilizan herramientas, presiones o armas que causan mucho ruido, naturalmente; la forma quizás, pues, no sea tan clara como el objetivo que se persigue”, dijo el vicemandatario.
Por su parte, Carrión declaró al Canal 12 de televisión que el presidente Ortega quiere “meter a la oposición en una situación de perder-perder; pierden si eligen, pierden si no eligen”.
También criticó la “desviación mesiánica” de Ortega al pretender ser él el pueblo.
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