NUEVA YORK/AFP
Los precios del petróleo se replegaron netamente este viernes en Nueva York, ante los temores de los inversores sobre una oferta elevada en un contexto económico incierto.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate (designación del “light sweet crude” negociado en EEUU) para entrega en febrero terminó en 78,00 dólares, en descenso de 1,39 dólares en relación al jueves.
Es la quinta sesión consecutiva en baja del WTI, que valía todavía 82,75 dólares el fin de semana pasada.
“Los participantes concluyen en que el incremento de precios que se había iniciado a mediados de diciembre, luego de que los precios descendieran de 70 dólares, llevó al barril a un nivel más elevado de lo que dictan los elementos básicos del mercado”, explicó Jason Schenker, de Prestige Economics.
Hacia el fin de la semana, el mercado fue afectadoemás por la influencia bajista del alza de los stocks de petróleo en Estados Unidos, destacada el miércoles por el departamento de Energía, agregó el analista, así como por la neta recuperación del dólar, principalmente ante el euro.
El fortalecimiento del billete verde hace más caro al crudo -cotizado en dólares- para los compradores que disponen de otras divisas.
“El movimiento de 69 a 83 dólares estaba basado en una serie de retrocesos de las reservas, pero la tendencia se invirtió”, subrayó Jason Schenker, quien prevé que el barril se repliegue hacia los 70 dólares.
DEMANDA DISMINUYE
“Ahora que estamos en un período en el que el consumo es más bajo en Estados Unidos, el barril podría caer bajo los 75 dólares”, estimó por su parte Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
“La demanda de gasolina está en su nivel más bajo en esta estación, e incluso aunque estamos en invierno, los stocks de combustible para calefacción son más que suficientes y en las últimas semanas, a pesar de que hacía frío, las reservas no bajaron”, recordó el analista.
En su informe mensual publicado el viernes, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estimó que el consumo de crudo debería mantenerse reducido este año en Europa y América del Norte, pese al frío inicial del invierno.