Por Róger Iván Pineda P.
Miembros del Club de Jóvenes Ambientalistas y el doctor Enrique Rimbaud, representante del Movimiento Defensor de Animales piden a los diputados de la Asamblea Nacional que aprueben la Ley de Protección y Bienestar Animal, especialmente de los domésticos que sufren diferentes maltratos, como el perro que permanece atado, el gallo que lo echan a matarse con otro, entre otros. Esta iniciativa de Ley es excelente, ya que de esta manera se protegería la fauna de Nicaragua, evitando la venta de loras, lapas, chocoyos protegiendo de esta manera la vida silvestre del país.
El maltrato hacia los animales, es considerado por algunas personas causa de sufrimiento, mientras que otros incluyen el sufrimiento infligido por otras razones, como la producción de carne, la obtención de piel y los experimentos científicos. La protección animal es un asunto de gran importancia moral por eso hay que hacerlo de forma ética, hasta considerar que ellos merecen derechos tradicionalmente reconocidos sólo en los humanos.
Muchas personas aducen que las peleas de gallos al igual que las corridas de toros, es cultura de la población nicaragüense, que son actividades hereditarias que las traes en la sangre, que son expresiones artísticas del ser humano, que son una manifestación viva de la tradición espiritual e histórica de los pueblos y no pueden ser prohibidas, tampoco deben desaparecer, ya que, existen desde hace mucho tiempo y se han vuelto una costumbre, una tradición, etc.
Estoy de acuerdo con la conservación de la cultura, pero detrás de todo esto hay muchos intereses personales, y aún peor, problemas sociales, las peleas de gallos son un negocio lucrativo y esta actividad es un mero enfrentamiento salvaje entre animales tratados de manera cruel con fines relacionados al negocio de las apuestas y muchas veces generan otras actividades de violencia.
Si vamos a preservar estas riñas como parte de “una tradición cultural”, se tendría que hacer la llamada “talón desnudo”, que son sin espolones artificiales o sin envolturas en los mismos, porque en las riñas estas aves son equipadas con espuelas de plástico, carey, hueso de pescado, acero; la otra modalidad de arma, es la utilización de una navaja en la pata del animal generando esto un acto de violencia y por ende maltrato. Desde el punto de vista del bienestar animal, las peleas de perros y gallos son la causa más seria de abuso animal, no sólo por la violencia que demuestran los animales durante el combate, sino también, porque los animales pierden frecuentemente la vida. Cuanto más sufre el perro, más resistente llega a ser, y por lo tanto mejor luchador. Cuando estos perros se consideran que ya no valen para los encuentros acaban siendo abandonados, estrangulados, tiroteados, electrocutados, etc.
Recordemos lo que dice la canción “Hoy Platiqué con mi Gallo” del cantautor mexicano, Vicente Fernández, la que se escucha tanto en las galleras que hasta parece ser el himno de estos redondeles y aún así sus apostadores no toman conciencia; dice: “hoy platiqué con mi gallo y me dijo tristemente para qué me cuidaste tanto, si hoy me lanzas a la muerte, para qué me cuidaste tanto si hoy me lanzas a la muerte”. Pensemos bien, quienes son los animales.
Evitemos el maltrato y el tráfico de animales, ya que es un atentado contra la biodiversidad.
El autor es estudiante de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A