Uno de los municipios más pobres de Nicaragua está amenazado por el hambre. Cerca de 2,290 familias de Totogalpa, Madriz, no solamente perdieron el 95 por ciento de sus siembras de postrera debido a la sequía, sino también la mitad de la siembra de primera.
No son cifras del Gobierno central, que desde Managua intenta minimizar la amenaza de hambre en el Norte. Es un hallazgo de la alcaldía sandinista de Totogalpa, realizado mediante un estudio en 45 comunidades sobre el impacto real que tuvo la falta de lluvia como consecuencia del fenómeno climático de El Niño en Nicaragua.
“Estos resultados nos demuestran que la reserva de alimento de que disponían estas familias ya se agotó, por lo que se hace necesario implementar acciones encaminadas a mitigar los efectos de la inseguridad alimentaria que se avecina para las 2,290 familias que se verán afectadas directamente por la escasez de alimento”, cita el último párrafo del informe que fue enviado por las mismas autoridades municipales al Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor) para pedir ayuda alimentaria.
“Los resultados fueron desastrosos”, advierte el director del área de desarrollo local de la Alcaldía de Totogalpa, Edwin López Soto.
Pero las familias en riesgo de hambre podrían superar las 10 mil, pues el 85 por ciento de la población de este municipio está en el área rural, precisó.
“El estudio decía que prácticamente para ahora en enero estas familias ya no tienen alimento, y ya hay serios problemas”, añadió.
La emigración masiva hacia los departamentos cafetaleros es una de las pocas alternativas de sobrevivencia temporal que tienen los campesinos de este municipio.
Eso ha provocado, según López Soto, el abandono temporal de la cabeza de familia, dejando en el desamparo a mujeres y niños en zonas relativamente desoladas y alejadas del área urbana de Totogalpa.
Justina Aguilar Nistroso, quien es madre soltera, es un ejemplo de ello. Con el apoyo de su hermano, principal sostén de su familia, ella sembró cuatro parcelas de frijol y maíz. Sólo el rastro de la semilla que nunca germinó quedó en sus tierras. La ausencia de lluvia prolongada consumió el único sustento de sus cuatro pequeños hijos.
Ante la falta de alimento que empezaron a sentir desde mediados de noviembre, Aguilar cuenta que su hermano tuvo que irse a las montañas de Nueva Segovia a cortar café.
Cada 15 días el hermano de Aguilar viaja a Totogalpa para dejarle 200 córdobas para que sobreviva con sus cuatros hijos, en su mayoría pequeños menores de nueve años.
“Mi hermano viene a pagar a la venta los frijolitos que fiamos todos los días para los niños, porque como lo perdimos todo, pues ahora nos toca fiarlo en la venta”, dice Aguilar, quien aseguraba que no sabía qué iba a hacer cuando la temporada de corte del grano se terminara en las zonas cafetaleras.
- “Suficientes recursos”
Ayer, en un evento de la Misión Técnica de Taiwán, Ariel Bucardo dijo que aunque la sequía provocada por el fenómeno climatológico de El Niño afectó a 36 municipios, “no ha generado hambruna esta sequía”.
“Nicaragua tiene suficiente producción, hemos tenido un ciclo el año pasado que nos garantiza tener alimentos durante todo el año, lo han planteado los organismos internacionales especializados en este tema y sí podemos decir (que) hay pobreza y es porque hay pobreza en nuestro país”, expresó al ser consultado sobre el tema por LA PRENSA.
Sostuvo que hay suficientes recursos en el país para evitar el hambre y para ello trabajan con programas internacionales como el PMA y la FAO, pero no pudo precisar qué harán estos programas o el Gobierno para frenar la amenaza que ronda el norte del país.
“Enabas tiene reservas y en el país hay producción, porque hay una producción suficiente en el país. Tuvo una buena cosecha en primera, en apante va a ser extraordinario y eso nos va a permitir que toda nuestra población tenga garantía, como decimos, hay dificultades y estamos trabajando”, continuó el ministro.
Según dijo, debido a que los productores se “informaron antes” de sembrar el ciclo de postrera, éstos retrasaron sus cosechas, por lo cual supuestamente las afectaciones son menores.
Ante los cuestionamientos de los periodistas sobre el tema, Bucardo sólo supo decir que “estamos trabajando en conjunto con el PMA, la FAO, Naciones Unidas. Inclusive, se ha comenzado con el PMA a trabajar con estas familias en distintos municipios”, enfatizó.
Sin embargo, al preguntarle si el Gobierno garantiza que los productores afectados por la sequía no pasarán hambre, contestó en tono burlesco: “Eso dígame usted”, y dio la vuelta, dando por concluida la rueda de prensa.
El Instituto Nicaragüense de Estudio Territoriales (Ineter) advirtió que la presencia del fenómeno de El Niño se prolongaría hasta mayo próximo.
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Desde que la sequía arrasó con sus siembra, esta familia se vio obligada a reducir sus raciones de comida para poder hacer los tres tiempos.
A diario la dieta de esta familia incluye una libra de frijoles y cinco tortilla de maíz. “La carne ni la conocemos”, exclamó con su rostro triste cuando se le consultó la última vez que en sus platos vieron un trozo de este alimento.
AUMENTAN PRECIOS
Pero las familias de Totogalpa no sólo tienen que lidiar con la falta de dinero para comprar alimento, sino también con el incremento en el precio de los granos básicos.
La escasez en el grano ha provocado el aumento en el precio de los alimentos. Un ejemplo de ello es el quintal maíz, que pasó de la noche a la mañana a 350 córdobas. Antes las familias adquirían el producto en 200 córdobas. El quintal de frijol pasó de 500 a 800 córdobas.
Gumercinda López Miranda, de 63 años, cuenta que hay días en que prefiere no salir a ver sus tierras, porque nunca se imaginó que lo iba a perder todo.
“Está caro todo. Cuando podemos comprar un poquito de arroz comemos, pero generalmente no comemos arroz”, expresó.
La pérdida de la siembra de tres manzanas de grano terminó con el sueño de López de ir a chequearse la vista, que poco a poco ha ido perdiendo por la llegada de su vejez.
“Ahora no podré ir a verme la vistita, pero ni modo, tendré que esperar a que vuelva a sembrar en la próxima cosechita”, dice, mientras prepara un par de tortillas con frijoles para almorzar con su mamá.
La señora reconoció que en meses pasados fue censada por autoridades municipales, pero que hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta a su necesidad alimenticia.
Para la siembra de primera, López asegura que anda buscando “quién me preste para sembrar, porque si no consigo no podré sembrar para la próxima cosecha”.
PROGRAMA PARA PALIAR HAMBRE NO ES SUFICIENTE
El bajo ingreso municipal y la insuficiente transferencia central que recibe la Alcaldía de Totogalpa limitan la capacidad de la misma para apoyar a las miles de familias con hambre.
Anualmente la comuna de Totogalpa recibe apenas siete millones de córdobas, cuando la necesidad real supera los 40 millones de córdobas.
La búsqueda de ayuda con los organismos de cooperación a través de las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la zona es el único “salvavidas” que a corto plazo visualizan las autoridades municipales.
Adicionalmente, también analizan desarrollar un proyecto de trabajo por comida, pero según López Soto esos planes resultan insuficientes para cubrir al mayor número de familias sin alimento.
Los campesinos que viven en las zonas de más adentro serían los más vulnerables al hambre, porque los caminos dañados impiden que la poca ayuda que está fluyendo en el municipio llegue a esos lugares.
“Es muy difícil dar atención total, porque son muchos los afectados y es muy poco de lo que disponemos para ayudarles”, expresó.
Del total de afectados por la sequía, la Alcaldía apenas tendrá la capacidad de apoyar al 25 por ciento del campesinado en riesgo de hambre, estimó.
“Las familias en el campo son como 10 mil personas y de eso sólo a unas 2,500 podríamos darle comida y ayuda”, señaló.
En promedio cada familia en Totogalpa sobrevive con 50 córdobas diarios para alimentar alrededor de siete personas cada una.
“Estamos dando los primeros pasos para ayudarlos, sin embargo creo que necesitamos más ayuda, porque es muy cuantiosa para satisfacer la demanda de las familias”, apuntó.
EL HAMBRE ES ESTRUCTURAL, PERO AHORA SE SIENTE MÁS
El director del área de desarrollo local de la Alcaldía de Totogalpa, Edwin López Soto, reconoció que el hambre es un problema común en la zona, pero la sequía profundizó aún más su presencia en las familias.
“Un estudio que se realizó aquí (en Totogalpa) reflejó que acá hay una desnutrición severa”, señaló.
En ese sentido, López Soto estima que cerca del 60 por ciento de la población que atiende esta alcaldía padece de algún tipo de desnutrición.
El estudio fue realizado el año pasado con apoyo de la Asociación de Alcaldías de Madriz, detalló.
“Pero la situación se agrava más con la falta de alimento producto de la sequía”, añadió.
SED EMPIEZA A SENTIRSE EN LAS COMUNIDADES
Pero la sequía no sólo trastocó la seguridad alimentaria de las familias totogalpeñas, sino también el acceso al agua.
“Con esto del fenómeno de El Niño las aguas se han profundizado. La gente en las zonas rurales, su acceso al agua es en los pozos, pero producto de la sequía las aguas se están secando”, acotó.
El municipio de Totogalpa está ubicado a 216 kilómetros de Managua, con una extensión territorial de 137 kilómetros cuadrados.
“Esto del agua es un problema serio y peor en las zonas altas, principalmente en las microrregiones de Cuje y Callatú, donde las aguas están más profundas”, describió.
De la población total de este municipio, por lo menos el 40 por ciento estaría con problemas para tener acceso al agua. Las pocas vertientes que cruzan Totogalpa también están secándose, advierte.
La reducción de la disponibilidad del vital líquido ha obligado a las familias de las comunidades a organizarse para repartirse la poca agua que se acumula en los pozos.
Situación similar ocurre en los municipios de Macuelizo y San José de Cusmapa, del departamento de Nueva Segovia, donde los ríos están secos.
En la Alcaldía de Macuelizo, por ejemplo, las autoridades aseguran que han perforado pozos, pero que se encuentran con la sorpresa de que no hay agua.
Eso ha ocasionado pérdida para las alcaldías que invierten cerca de un millón de córdobas en las perforaciones de pozos.
EL PLAN DEL MAGFOR ES INSUFICIENTE
Con el Magfor la Alcaldía de Totogalpa está impulsando un plan, que resulta insuficiente para aliviar el hambre en la zona.
El plan consiste en apoyar a 500 familias con alimento a cambio de que brinden horas de trabajo sin remuneración salarial.
Las personas deben trabajar con herramientas rústicas, como piochas, picos, palas y otros reparando caminos.
También están entregando a otras familias bonos productivos, que incluyen animales de corrales y granos básicos.
No obstante, un estudio realizado por el organismo español Acción contra el Hambre reveló que producto de la falta de alimento las familias que han sido beneficiadas con este programa insignia del Gobierno están vendiendo sus animales para conseguir dinero y comprar comida.
López reconoce ese problema y señala que realmente las familias optan por vender sus animales porque temen que se les mueran por la falta de alimento para el ganado, principalmente.
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