QUITO/EFE
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, confirmó hoy que el Ejército de su país abatió a tres miembros de la guerrilla de las FARC, en un enfrentamiento ocurrido el pasado lunes en una zona fronteriza.
“Nuestros soldados pudieron defenderse y las tres bajas son por parte de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, aseguró Correa en declaraciones recogidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
El mandatario destacó la mejor disposición de defensa que existe en la frontera con Colombia por parte de las Fuerzas Armadas de su país, que en los últimos dos años han sido sometidas a un plan de fortalecimiento.
“Nuestros soldados están mucho más equipados y ya no son carne de cañón de nadie”, indicó Correa, al recordar que si se mantenían las condiciones precarias en las filas castrenses, como sucedía en el pasado, las víctimas podían haber sido militares ecuatorianos.
“Antes hubiera sido una baja entre nuestros soldados”, remarcó Correa, aunque apostilló que “nadie puede contentarse con esa clase de incidentes”, en los que resultan muertas personas.
El enfrentamiento se produjo en el río Opuno, en la provincia amazónica de Sucumbíos, cerca del río San Miguel, límite fronterizo entre Ecuador y Colombia.
El incidente ocurrió cuando una patrulla ecuatoriana localizó una embarcación “que llevaba a bordo elementos ilegalmente armados, a quienes se les ordenó detenerse y orillarse en la ribera del lado ecuatoriano”, explicaron el martes fuentes castrenses.
Precisaron que ante la orden de la patrulla, desde la embarcación se comenzó a disparar contra los soldados ecuatorianos, “quienes repelieron el ataque, dejando como resultado tres personas fallecidas, todas pertenecientes al grupo de ilegales”.
Ecuador y Colombia comparten una línea fronteriza de unos 720 kilómetros, en su mayor parte de selva amazónica, donde operan grupos irregulares guerrilleros, paramilitares y bandas de narcotráfico.
Ecuador ha reclamado al Gobierno de Colombia en varias ocasiones que incremente su presencia militar en la zona fronteriza, para evitar el paso hacia Ecuador de miembros de grupos ilegales armados.
