LA PASTORA, COSTA RICA/AFP
El volcán Turrialba de Costa Rica arrojó este miércoles una “robusta” columna de gases y cenizas, causando inquietud entre los residentes de una fértil zona agrícola, luego de estar relativamente tranquilo durante varios días, comprobaron periodistas de la AFP.
El coloso de 3,328 metros de altura, situado a 40 km al este de San José, entró en erupción el 5 de enero arrojando gases y cenizas, lo que llevó a evacuar a unos 60 lugareños, pero luego su actividad decayó.
“Hoy (miércoles) se ha visto mucha más actividad y olor a azufre”, dijo a la AFP Marcos Serrano, un trabajador agrícola que vive con su familia en la aldea de La Pastora, a 4 km del cráter del Turrialba, desde donde la columna gris se elevaba hacia el cielo.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, que monitorea permanentemente el volcán, dijo que un equipo de científicos en una avioneta de la Policía “avistó desde el aire una robusta columna de gas, vapor y sólidos sobre la cima” del Turrialba.
Sin embargo, “no hay evidencia sísmica o deformación del edificio volcánico que haga pensar en un avance brusco de lo visto en los últimos 15 días”, indicó el Observatorio en un comunicado.
“La exhalación sostenida desde tempranas horas de la mañana preocupó a vecinos y funcionarios encargados del operativo del manejo de emergencia en los alrededores del mismo volcán”, expresó el Observatorio, dependiente de la Universidad de Costa Rica.
Las cenizas del volcán han dañado cultivos y pastos en la fértil zona agrícola de Turrialba, donde viven más de 80.000 personas y famosa por la producción de leche y quesos, y amenaza a unas 8.000 cabezas de ganado.
Una erupción de magma o lava no ocurre en el Turrialba desde 1866, pues desde entonces su actividad se había limitado a fumarolas, la última de ellas en diciembre de 2007.