Roberto Morales, Wilder Pérez, Elizabeth Romero y Jennifer Castillo
Una de cada cuatro casas en Managua podría ser vulnerable en el momento de un fuerte sismo. Esto sin tomar en cuenta la calidad de los materiales de construcción, ya que, si bien ésta ha mejorado en los últimos años, todavía existen empresas fabricantes de bloques que no cumplen con el estándar de resistencia a la compresión de 55 kilogramos por centímetro cuadrado, como mínimo.
Gerald Pentzke, ex director de Urbanismo de la Alcaldía capitalina, afirmó que el 25 por ciento de las viviendas de la ciudad enfrentan problemas de construcción. Las casas más vulnerables de Managua están en los asentamientos humanos espontáneos, cuyos pobladores no suelen establecerse o construir con base en las normas técnicas del Reglamento de la Construcción, ya sea por desconocimiento, por razones económicas o por ambas.
El ex director de Urbanismo recordó que cuando la gente construye sus casas, generalmente no pide permiso a la Alcaldía, razón por la que sus edificaciones no son supervisadas ni realizan estudios geológicos.
No obstante, Pentzke reconoció que aun cuando se siguieran las normas establecidas, la Alcaldía de Managua no cuenta con suficientes inspectores para controlar las construcciones.
Es casi seguro que la ubicación de los edificios más grandes de Managua es la correcta, suficientemente alejados de las fallas geológicas, así como sus planos y cálculos.
Sin embargo, el ex funcionario reconoció que la calidad de la construcción: la mezcla, el hierro, el diseño, “es una responsabilidad del dueño y del constructor”, ya que la Alcaldía sólo hace inspecciones generales, debido a sus limitantes de personal.
- MEDIDAS EN CASA
“Hay que tener una cultura de previsión. En el nuevo currículo, sabiendo que éste es un país sísmico, está muy bien explicado el tema de la historia y el daño que causan los terremotos y esto va a permitir que una idea que estaba sin ponerse en práctica se le dé más atención”, dijo el Ministro de Educación, Miguel De Castilla.
Además, aseguró que realizarán ensayos de evacuación con los estudiantes de educación básica y media.
“La escuela puede contribuir de dos maneras: uno, protegiendo sus edificios escolares, viendo las vías de evacuación ante un sismo y señalizando el colegio, y segundo, a través del currículo se puede enseñar una cultura de previsión a los estudiantes”, consideró el ministro.
“Ya está en el currículo, ahora faltaría completar ese esquema con las guías de evacuación. Nosotros con nuestros ingenieros y con el asesoramiento del Sinapred vamos a tener un plan para esto, ya se ha conversado en el pasado, pero con lo que pasó en Haití (el sismo de hace una semana) se dice que estamos quedándonos atrás y tenemos que avanzar en este tema”, enfatizó De Castilla.
MEDIDAS EN CASA
El presidente de la Cruz Roja Nicaragüense, Clemente Balmaceda, consideró que la población debe adoptar sus propias precauciones. Mencionó por ejemplo que actualmente la mayoría de las casas tienen verjas, tanto en las puertas del frente como atrás, y en 1972, debido a ello, mucha gente quedó atrapada y no pudo salir de sus casas.
Recordó que aún hay viejos edificios, sobre todo los que están ubicados frente al Ministerio de Gobernación, en Managua, sobre los cuales existen planes para su demolición, por representar un riesgo, porque fueron sumamente dañados durante el terremoto de 1972, y con el pasar del tiempo el agua que ha penetrado en las fisuras ha corroído el acero de refuerzo.
“Somos parte de las unidades de respuesta inmediata que daría atención a las víctimas de terremoto, en caso de Managua”, aseguró Balmaceda.
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De ocurrir un terremoto en Managua, se estima que podría causar más de 30 mil muertos y 360 mil damnificados.
PERSISTE FABRICACIÓN DE BLOQUES DE BAJA CALIDAD
En general los niveles de calidad en materiales de construcción, como el bloque, se han venido mejorando en los últimos cinco años y las empresas del sector industrial y semiindustrial están presentando unidades cada vez más aceptables.
Óscar Escobar, director del área de Normas de la Construcción del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), explicó a LA PRENSA que desde el año 1995 se mantiene un estricto programa para supervisar a todas las empresas dedicadas a la fabricación de bloques en todo el departamento de Managua y en el municipio de Ciudad Sandino y en menor escala en los departamentos, haciendo pruebas periódicas de resistencia de este tipo de producto.
Destacó que todas las pruebas son elaboradas con base en los parámetros técnicos que establece el Código Nacional de la Construcción, el cual recomienda realizar un muestreo de los materiales utilizados en edificaciones (entre ellos los bloques), que posteriormente se analizan en los laboratorios del MTI.
El Código Nacional de la Construcción establece que un bloque debe cumplir, como mínimo, un estándar de resistencia a la compresión de 55 kilogramos por centímetro cuadrado.
Escobar señaló que en el país el sector de empresas fabricantes de bloques está compuesto oficialmente por compañías del el sector industrial, que suman ocho en total; en el sector semiindustrial existen 50 empresas y tres compañías artesanales debidamente autorizadas.
Pero en promedio, en general, los sectores semiindustrial y artesanal están por debajo del estándar de resistencia a la comprensión mínima que requieren los bloques.
Agregó que las cuadrillas de inspección del MTI están realizado un promedio de 600 inspecciones por año, donde se evalúa la calidad del producto, en este caso los bloques.
Helman Taleno, director de Normas y Estudios en el MTI, explicó que las fabricas de bloques artesanales constantemente están presentando problemas en la calidad de su productos, los cuales tienen una resistencia inferior a lo establecido en la normativa de construcción, pero que en los últimos años han mejorado, aunque no lo suficiente.
“En general en el país, sobre todo en Managua, se producen muy buenos bloques para la construcción de viviendas. (Los bloques fabricados por) las empresas del sector industrial tienen un promedio de 70 kilogramos por centímetro cuadrado en resistencia y el semiindustrial mantiene niveles de resistencia de 45 kilogramos por centímetro cuadrado, por debajo de la norma, pero acercándose cada vez más a la norma estándar. Lo cierto es que la realidad en el país es otra a la que se tenía en 1972. Hoy las edificaciones son más resistentes a eventos relacionados a movimientos sísmicos”, valoró.
CAPACIDAD DE SUPERVISIÓN NO ES SUFICIENTE
Por su parte, Escobar reconoció que el máximo esfuerzo de supervisión de estas fabricas se da en la capital y en menor escala en los departamentos, porque la institución no tiene capacidad para dar cobertura periódica en todo el territorio nacional.
Destacó que para establecer los controles en los departamentos se trabaja con el personal de las municipalidades, a quienes periódicamente se les imparte seminarios y capacitaciones en lo referido normas de construcción.
“Recordemos que son las alcaldías los encargados de supervisar las edificaciones en las urbanizaciones y proyectos de gran envergadura. Nosotros somos los normadores. El año pasado tuvimos siete fabricas que no cumplían con las normas técnicas para fabricar bloques, en este caso se les orientó para que pudieran rectificar. Por lo general es el mercado el que te saca del negocio y, por ello, las pequeñas empresas vienen desapareciendo, porque entre mejor es la calidad del material, más aceptación tiene”, afirmó.
CRUZ ROJA CONFIRMA
El presidente de la Cruz Roja Nicaragüense, Clemente Balmaceda, quien también es ingeniero civil, manifestó que lamentablemente la población no aprende de las experiencias del terremoto de diciembre 1972 (que cobró la vida de 10,000 personas) y sigue construyendo con productos de mala calidad.
Señaló que en Managua la mayoría construye con bloques fabricados en los barrios, que no cumplen con lo establecido en el reglamento de la construcción.
Además, Balmaceda mencionó que, tanto en Managua como en localidades suburbanas, se aprecian estructuras de piedra cantera que ni siquiera tienen columnas, ni vigas, que las amarre, sino que van pegando piedras sobre piedras.
Tampoco hay supervisión en las construcciones, “y si nosotros vamos sumando mala calidad del bloque, mala calidad del acero de refuerzos, falta de supervisión, vamos a encontrarnos ante un panorama muy crítico a la hora que se dé un evento”.
No obstante, es del criterio que en conjunto las asociaciones de ingenieros y arquitectos, así como la Cámara de la Construcción de Nicaragua, el MTI y las alcaldías, que por ley tienen que autorizar las construcciones en los territorios, deben ser más estrictos en la supervisión al momento de autorizar construcciones nuevas.
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