Tomado de La Nación.com de Costa Rica
Por Rónald Moya
El expresidiario costarricense Juan Carlos Guido Bolandi fue detenido el pasado 15 de enero en Rivas, Nicaragua, con un cargamento de 474 kilos de cocaína ocultos en un vehículo.
El hombre, de 44 años, vecino de Desamparados, San José, fue detenido junto con 13 personas más, todas ellas nicaragüenses.
La jefa de la Dirección de Auxilio Judicial (DIC), Glenda Zavala, detalló a periodistas de Nicaragua que la red utilizaba la ruta Panamá, Costa Rica, Nicaragua y México para el traslado de las drogas por tierra y por mar.
Según la información policial, el tico Guido era el encargado de recoger la droga en Panamá y trasladarla hasta Masaya, Nicaragua, vía terrestre.
La captura según medios de comunicación nicaragüenses, los efectivos antidrogas ejecutaron diversos allanamientos en sectores de Rivas, luego del decomiso el viernes pasado de 474 kilos de cocaína en una carretera que conduce a esa ciudad del sur de Nicaragua. La camioneta era conducida por Guido Bolandi.
El operativo concluyó con el decomiso de más de 20 camiones, dos lanchas, dos escopetas, un número no precisado de vehículos livianos y $57.000 en efectivo, entre otras cosas.
Zavala destacó que entre los detenidos figura Ezequiel Salazar Acuña, propietario de los camiones y considerado como uno de los principales cabecillas del grupo.
Los agentes también capturaron a Edwin Granados, de 39 años, alias Chapul, a quien le decomisadas dos pangas en las que se recibían los cargamentos una vez que entraban a territorio nicaragüense por el sector de San Juan del Sur.
Asimismo, están detenidos Julio César Torres, Reinaldo Gutiérrez, Ulises Montiel, Ángel Lenín Sánchez, César Augusto Artola, Wílliam Benjamín Valle y Junieth de la Concepción Herrera.-
Juan Carlos Guido Bolandi descontó dos penas por narcotráfico en Costa Rica.
La primera le fue impuesta en el año 1994. Guido fue condenado a 10 años de prisión por el delito de transporte de cocaína con fines de tráfico.
La segunda condena, de 10 años de prisión, le fue impuesta en el año 1995 por almacenamiento de crack para la venta.
En esa oportunidad los jueces ordenaron trasladar a manos del Estado un lote de joyas que se le decomisaron a Guido y que, según las autoridades, provenían de la venta del crack.
Sin embargo, en un proceso de revisión de la sentencia, la Sala Tercera de la Corte obligó al Estado en 1999 a devolverle a Guido el lote de joyas, aunque confirmó la condena en su contra.