CARACAS/AFP
Miles de partidarios y opositores al gobierno del presidente Hugo Chávez conmemoraban este sábado en Caracas, con distintas manifestaciones y marchas callejeras, un nuevo aniversario de la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1948-58).
Desde primeras horas los manifestantes confluían en distintos puntos de la capital para iniciar marchas en apoyo a “la revolución que lidera el comandante Hugo Chávez” o para deplorar que Venezuela “esté dividida por la ideología”.
“Vine de lejos para estar acá, para defender la revolución y el proceso que lidera el comandante Hugo Chávez. Patria, socialismo o muerte”, declaró uno de los manifestantes.
“Venimos a defender nuestra patria y a decir no al imperialismo yanqui. Aquí está el pueblo apoyando al comandante”, agregó otro.
Por su parte, el gobernador opositor del estado Zulia, Pablo Pérez, dijo a la prensa que es necesario “recordar la gesta democrática de 1958”, para “construir una Venezuela donde nos respetemos, eliminando el lenguaje violento, los presos políticos y la persecución”.
“No queremos una Venezuela dividida por la ideología”, añadió.Una de las manifestantes opositoras afirmó que acudió a la marcha “para protestar por el hambre, el desempleo, la inseguridad y por ese presidente que tenemos”.
Venezuela acogerá cruciales elecciones legislativas en septiembre próximo.
“El 2010 es el año del cambio, tenemos que estar unidos para lograr el verdadero cambio”, afirmó de su lado Julio Borges, presidente del partido opositor Primero Justicia.
Los adherentes a Chávez confluirían durante la jornada en una plaza en el oeste de la ciudad donde se esperaba una alocución del presidente. La oposición se concentraría en otro extremo de la ciudad.
El gobierno ordenó el despliegue de unos 5.600 policías para resguardar a los manifestantes.
El 23 de enero de 1958 un movimiento cívico militar obligó a Pérez Jiménez a abandonar el país. Chávez, cuyo gobierno comenzó a conmemorar esta efeméride hace dos años, considera que la fecha marca el inicio de cuatro décadas de democracia bipartidista “corrupta”, contra la cual se alzó con un fallido golpe en 1992.