Washington/EFE
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó hoy las 23 muertes a raíz de las riñas violentas en una cárcel de Durango (México) la semana pasada y pidió al Gobierno que actúe para evitar que lo ocurrido se repita.
“La CIDH (…) recuerda que las obligaciones estatales en materia de derechos humanos incluyen la obligación de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad”, señaló el organismo en un comunicado.
Según la información difundida por varios medios locales, el pasado 20 de enero se registraron tres riñas simultáneas en tres puntos distintos del Centro de Readaptación Social (CERESO).
Las disputas causaron la muerte de 23 internos, la mayoría procesados o condenados por delitos federales.
La CIDH destacó en un comunicado que, según la información a la que ha tenido acceso, no es la primera vez que suceden esas matanzas en las prisiones del estado de Durango.
El órgano principal y autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un “llamamiento urgente” a las autoridades mexicanas, a fin de que adopten las medidas idóneas, incluyendo reformas estructurales, destinadas a prevenir brotes de violencia en los centros penitenciarios.
La Comisión indicó que dará seguimiento a las referidas iniciativas del Estado.