Analizar la realidad de los jóvenes en Nicaragua es el objetivo del Primer Encuentro de Jóvenes, actividad que es organizada por el pastor Augusto César Marenco y que contará con la participación de Carlos Emilio López, ex procurador de la Niñez y la Adolescencia.
El encuentro se llevará a cabo el próximo primero de febrero a las 6 de la tarde en la sede del Ministerio Apostolar Centro Cristiano, que preside el reverendo Augusto César Marenco.
Al evento asistirán jóvenes de diferentes tendencias políticas para exponer sus situaciones y realidades. Igualmente esperan delegaciones de diferentes departamentos del país.
Marenco explicó que el evento no es religioso y aclaró que “estamos preocupados por nuestra juventud, esa juventud que vive en desesperanza, esa juventud que tiene ideales pero no tiene oportunidad de desarrollar sus sueños”.
“Nosotros sentimos que el sector joven es abusado, usado por las coyunturas políticas cuando los necesitan. Han sido utilizados como puente, como escaleras y no como gente que necesita formarse, como personas que tienen anhelos”, sostuvo.
Aseguró que este sector de la población nacional tiene rostro de desesperanza, pero “tiene sueños por realizar, por cumplir”.
ENTRE FALSAS PROMESAS Y DESESPERANZA
Marenco enfatizó que los gobiernos sólo ocupan a la juventud para sacarle provecho en las campañas políticas electorales o eventos partidarios. Sin embargo después de esas “falsas promesas”, indicó, “los jóvenes se quedan leyendo las promesas en los panfletos o afiches que los ilusionaron”.
Según Marenco, luego los jóvenes se decepcionan y buscan en la calle una salida a sus frustraciones o “simplemente se quedan en lo mismo, esperando oportunidades para realizar sus sueños y anhelos que los gobiernos les niegan”, reiteró.
“Vemos a una juventud frustrada y decepcionada por la clase política de este país que les ha truncado su futuro”, valoró.
Marenco también indicó que la juventud está “atrapada por el alcohol, la droga y diversiones insanas, lo que al final repercute en las relaciones sociales y familiares”.
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