Los dirigentes de las tres principales tendencias liberales en la oposición nicaragüense se reunieron nuevamente ayer con el Obispo de Estelí y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Abelardo Mata, para firmar otros acuerdos en búsqueda de la unidad y la lucha contra las denunciadas arbitrariedades del Gobierno del sandinista Daniel Ortega.
Los acuerdos tratan sobre los compromisos para continuar con la iniciativa de ley en contra del decreto con el que el presidente Ortega pretende prorrogar los períodos de los funcionarios públicos, que concluirán sus mandatos durante los próximos dos años, y de impulsar la aprobación del proyecto de amnistía con el que los liberales buscan beneficiar a personas que ejercieron cargos en el Estado entre el 25 de abril de 1990 y el 9 de enero del 2007.
Monseñor Mata explicó que otro de los compromisos acordados fue revisar las propuestas de personas para los cargos que deben ser relevados, y aseguró que esa revisión incluye las propuestas de los partidos y también de la sociedad civil.
En la reunión participaron el ex presidente Arnoldo Alemán (1996-2001), el diputado y primer secretario de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, Wilfredo Navarro, y el presidente de la Comisión de Asuntos del Exterior, Francisco Aguirre Sacasa, por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC).
También el ex candidato presidencial y diputado constitucional, Eduardo Montealegre, junto a los legisladores Indalecio Rodríguez y Adolfo Martínez Cole, por el Partido Liberal Independiente y el Movimiento Vamos con Eduardo (PLI-MVE).
En el encuentro también estuvieron el diputado por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Carlos García y el presidente de ese partido, Alejandro Mejía Ferreti.
El ex presidente Alemán y sus diputados se marcharon sin dar declaraciones a los medios de comunicación.
Sin embargo, Montealegre sí detalló que otro de los acuerdos fue continuar los esfuerzos para crear antes del 14 de marzo de este año un único partido liberal, de cara a los comicios presidenciales del 2011, y finalmente garantizar la aprobación de iniciativas que aún están trabadas por falta de votos en la Junta Directiva del parlamento.
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