CIUDAD JUÁREZ y TORREÓN/ AFP
Una fiesta de estudiantes de bachillerato se convirtió el domingo en la madrugada en una tragedia, cuando un comando armado mató a 13 personas, en Ciudad Juárez, frontera norte de México con Estados Unidos, lugar donde los jóvenes son blanco de cárteles de la droga. A la misma hora, otro ataque armado tenía lugar en un bar de Torreón, en el estado de Cuahuila, hecho en el que fallecieron diez personas, la mayoría jóvenes y también estudiantes.
En Ciudad Juárez, la tragedia ocurrió sobre la 1:30 de la madrugada en una vivienda ubicada en un barrio de clase media baja.
En la fiesta había cerca de sesenta personas, la mayor parte estudiantes adolescentes.
Según testigos, un comando armado integrado por más de 20 personas, a bordo de siete vehículos irrumpió en la vivienda y comenzó a disparar.
Muchos no sobrevivirán
Los heridos fueron trasladados en automóviles particulares a un centro médico cercano. De acuerdo con fuentes del hospital, dos de los fallecidos son adultos y el resto adolescentes.
El estado de algunos de los heridos es grave, por lo que fuentes de la clínica señalaron que es posible que varios no sobrevivan.
“La mayoría (de las víctimas son) jóvenes”, aseguró un funcionario de la Fiscalía estatal que pidió no ser identificado. Versiones de prensa extraoficiales en medios mexicanos señalaron que 11 de las víctimas eran menores de edad y uno de los adultos muertos era el padre del anfitrión.
Las autoridades mantenían un fuerte hermetismo sobre la masacre y desplegaron un cerco policíaco y militar en la frontera con El Paso, Texas, para localizar a los siete automóviles en los que iban los delincuentes.
De acuerdo con testimonios de vecinos y familiares, los sicarios bloquearon la calle frente a la vivienda y dispararon contra los jóvenes que se encontraban afuera, para después perseguir a los que trataban de huir.
“Un joven festejaba su cumpleaños con compañeros de la escuela, todos ellos estudiantes de la preparatoria técnica 128, y cuando el festejado salió para dejar a su novia observó” los vehículos, dijo a la AFP uno de los vecinos.
Sin embargo, otras versiones señalan que pertenecían a un equipo de fútbol y festejaban el triunfo en un campeonato, publicó de su lado el periódico Reforma en su portal de internet.
Éste es el suceso más cruento que ha tenido lugar en lo que va de año en la ciudad, considerada la más violenta del país en los últimos dos años por las frecuentes acciones del crimen organizado.
La sangre también corrió en un bar de Coahuila
Horas más tarde, diez personas murieron y 11 resultaron heridas cuando otro comando armado atacó un bar de Torreón, en el estado mexicano de Coahuila (norte), informó la Fiscalía estatal.
“En el bar El Ferrie sucedió la masacre que derivó en 10 personas muertas y once lesionados que sobrevivieron al ataque, la mayoría de ellos son jóvenes” entre 19 y 25 años, dijo a la AFP Fernando Olivas Jurado, delegado de la Fiscalía General del Estado Región Laguna.
“Eran jovencitos, estudiantes. Es algo realmente doloroso”, sostuvo Olivas, quien refirió que sólo una de las mujeres asesinadas tenía 35 años, todos los demás eran menores de 25 años.
Dispararon y huyeron
De acuerdo con las primeras indagatorias, el ataque tuvo lugar a la 1:30 horas del domingo, cuando tres camionetas negras tipo Hummer y otros dos vehículos llegaron al bar ubicado en una céntrica zona de Torreón.
Varios hombres descendieron con rifles tipo R-15 y AK-45, que dispararon en el interior del local y luego huyeron.
En el lugar fallecieron seis hombres y dos mujeres. Dos víctimas más, un hombre y una mujer, perecieron poco después en un hospital, a donde fueron trasladados.
Los cuerpos quedaron tirados desde la entrada del bar hasta la barra, ubicada al fondo del establecimiento.
“Los disparos se hicieron a corta distancia, es decir a menos de cuatro metros”, sostuvo el funcionario.
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