Querida Nicaragua: No son nada raras las zancadillas que puedan producirse en las jugarretas de la política criolla. Los llamados operadores políticos del frentismo tienen todos los obstáculos listos para impedir que alguien pueda ir de candidato a las elecciones generales del 2011, donde ya dan por un hecho la reelección de don Daniel.
Los partidos o alianzas que se le oponen al frentismo y que juntos podrían ganarle la batalla son el PLC y VCE. Los partidarios de Alemán y de Montealegre juntos no le dejarían a don Daniel la menor oportunidad de ganar a menos que pudiera hacer un fraude más descarado y escandaloso que el de noviembre de 2008.
La primera batalla que el frentismo pretende ganar es la permanencia del actual personal que mantiene a su servicio en el Consejo Supremo Electoral, principalmente a su presidente, el incondicional don Roberto Rivas, la garantía absoluta del triunfo del partido de don Daniel. Como la alianza del PLC y VCE, se han comprometido a no votar por ninguno de los actuales miembros del Consejo, los operadores políticos frentistas ya comenzaron su tarea de tipo fouchista, reviviendo delitos para amenazar con la cárcel tanto al uno como al otro de sus contrincantes.
Ya nadie puede, ni nacional ni internacionalmente, tener alguna duda sobre las reiteradas intensiones reeleccionistas del presidente Ortega. Primero, una resolución o disposición o comunicado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, pretendiendo anular el artículo 147 de la Constitución nacional que prohíbe la reelección del Presidente de la República. Después y para asegurar la permanencia de las mismas personas en el Consejo Electoral, el presidente Ortega produce el llamado “decretazo”, por medio del cual ordena que los miembros del mencionado Consejo pueden continuar en sus cargos, aunque se les haya vencido su período, hasta tanto el Consejo Nacional no nombre a sus sustitutos.
Pero ahora, para asegurar plenamente la inamovilidad de los señores magistrados electorales, los operadores del danielismo presionan a Alemán y Montealegre con reabrir acusaciones penales que podrían enviar a la cárcel a sus dos contendientes más importantes.
A estas alturas, cuando no cabe la menor duda de las intenciones continuistas del gobierno, es la oposición la que debe crear a toda costa ese tipo de operadores políticos que ha logrado forjar el partido de gobierno Lamentablemente lo que vemos en la oposición son unos operadores políticos que actúan impulsados por intereses personales, votos desconcatenados en la Asamblea Nacional, ausencias de diputados en momentos cruciales, discusiones pírricas entre ellos, y lo que es peor, negociado de votos cada vez mas a la vista de la población.
Los diputados de la oposición deberían iniciar una serie de reflexiones patrióticas si no quieren que nuestro país se convierta en una nueva Cuba o en una nueva Venezuela donde no hay más leyes que aquellos decretos antojadizos y hepáticos de sus dictadores. Si esa es la Nicaragua que queremos dejemos las cosas como están, pero si queremos una Nicaragua libre, donde haya democracia legítima, alternabilidad en el poder, respeto por la Constitución de la república, magistrados honrados y probos, amplia libertad de expresión, relaciones de respeto con los países del mundo, especialmente con nuestros vecinos centroamericanos, entonces tenemos que reflexionar sobre todos estos valores actualmente en peligro.
O lo hacemos como personas civilizadas, dialogando, o esperemos en el futuro la confrontación fratricida, el ciclo permanente de enfrentamientos que han manchado de sangre y de intensos dolores nuestra patria.
El autor es director de Radio Corporación
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