Por Ludwin Loásiga López, María José Uriarte y Wendy Álvarez
- El presidente de la Asamblea Nacional, el sandinista René Núñez, “dudó” ayer de que la oposición tenga los votos para aprobar la amnistía, que beneficiaría a Eduardo Montealegre y Arnoldo Alemán.
Acto seguido, Ramón Macías, de la Alianza Liberal Nicaragüense, afirmó que no está a favor de una amnistía para Alemán, aunque sí para Montealegre.
Mientras José Pallais, del Partido Liberal Constitucionalista, expresó que ellos están “optimistas” en que tendrán los votos para la amnistía.
[/doap_box][doap_box title=”Cosep: transparencia ” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
[/doap_box]
Dos de los máximos representantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la primera dama Rosario Murillo y el presidente del parlamento, René Núñez, se opusieron ayer a que simpatizantes del Gobierno protesten en las casas de los diputados que respaldarán una ley de amnistía.
El jueves, el coordinador de la bancada del FSLN, Edwin Castro, llamó a las bases sandinistas a “manifestarse” en los departamentos e ir a las casas de los diputados opositores.
“Queremos que la convocatoria no sea sólo hacia la Asamblea, sino que sea en los departamentos. Que el pueblo se manifieste y vaya a las casas de los diputados, porque fueron electos por ese pueblo y que vayan a las casas a decirles que no cometan una barbaridad (…) que el pueblo que votó exija a sus diputados en los departamentos que no se presten a más actos de corrupción”, dijo Castro textualmente.
En cambio, Núñez calificó como “sagradas” a las familias de los diputados.
“No apoyo ese tipo de asuntos, creemos que las familias de las personas son sagradas y eso no debe ser impulsado”, precisó Núñez.
Murillo, en declaraciones publicadas ayer por el portal electrónico El 19, también rechazó las protestas en las casas de los diputados opositores.
“No estamos llamando a hacer presencia en las casas de familia de los diputados o de los acusados. Nosotros no trabajamos de esa forma (…), consideramos que las residencias en donde viven niños, donde viven ancianos, tienen que ser respetadas”, indicó Murillo.
El FSLN sí mantuvo su llamado a protestar en las calles, pero rechazó que las manifestaciones sean en las casas de los diputados, pese a que en los años ochenta, bajo el primer gobierno de Daniel Ortega, sí “protestaban”, dejaban pintas y prácticamente destruían las casas de los opositores.
El Gobierno mantiene una fiera campaña en los medios de comunicación oficialistas, en contra de la “amnistía de los corruptos”.
Para Castro, no hay ninguna divergencia entre lo que dijo el jueves y la desautorización de ayer.
“Yo no he dicho que vayan a las casas a protestar por la amnistía, yo he dicho que vayan a convencer a los diputados (opositores), para que no voten por esa barbaridad (amnistía)”, expresó ayer Castro. El legislador recordó que a su casa han llegado a protestar, lo cual él no aprobó.
Por su parte el vicepresidente Jaime Morales Carazo calificó ayer como “demoledora” la iniciativa de amnistía, y agregó que el decretazo del presidente Daniel Ortega y algunas “resoluciones” del Poder Judicial fueron “simples lloviznas y garúas”, en comparación al proyecto de amnistía que será “un súper huracán demoledor”.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A