Por Saúl Martínez
El asesinato a tiros de un joven aparentemente llevado a cabo por sicarios, mantiene en alerta a las autoridades de Chinandega, donde la población teme que se repitan estos hechos sangrientos característicos del crimen organizado y que son frecuentes en México y Guatemala.
Yader Geovanny Mendoza Castillo, es la identidad del ciudadano de 28 años, que fue interceptado por dos desconocidos que iban a bordo de una motocicleta, quienes le dispararon en cuatro ocasiones en una de las calles del barrio San Agustín.
El hecho ocurrió alrededor de las siete de la noche de este lunes sobre el costado sur de la iglesia San Agustín, de la ciudad de Chinandega, cuando Mendoza Castillo, quien se dedicaba al transporte de mercaderías, regresaba de guardar en un garaje el camión KIA, color blanco con el que se ganaba la vida.
La víctima fue impactada por tres de los cuatro disparos realizados por los matones que cubrieron sus rostros con cascos. Las balas se alojaron en la pierna derecha, tórax y la cabeza. El joven fue trasladado aún con signos vitales a un centro asistencial donde falleció poco después.
Mendoza Castillo trabajaba junto a su compañera Sandra Vargas, quien afirmó que se trataba de un crimen pasional e incluso relacionó en el hecho a su ex marido Ángel Antonio Rivera.
El comisionado Douglas Pichardo, jefe policial de Chinandega, no ofreció mayores detalles sobre el caso y se limitó a declarar que estaban investigando el hecho, siguiendo la pista de los sicarios.
El único testigo de los hechos habría sido el vigilante de un establecimiento comercial, a quien la Policía Nacional prohibió brindar declaraciones a los medios de comunicación para no entorpecer las investigaciones.
“Desgraciadamente estaba en el punto menos indicado”, se limitó a declarar el vigilante, lamentando de esta forma haber sido testigo de lo ocurrido.