Por el hurto de los más de 1.4 millones de córdobas que sufrió la empresa Alba de Nicaragua, S.A. (Albanisa), ligada a la familia presidencial, sólo uno de los tres acusados fue declarado culpable por un tribunal de jurado y podría enfrentar una pena de hasta cuatro años de cárcel.
Se trata de Henry Ricardo Rodríguez Largaespada, quien fue acusado como cómplice del hurto agravado. La Fiscalía lo inmiscuyó en la acusación porque Rodríguez Largaespada le dio a cambiar a un amigo el cheque de Albanisa número 1489, por 55 mil dólares (un millón 155 mil córdobas, según la acusación). Dicho cheque fue emitido de manera fraudulenta.
El mismo tribunal de jurado declaró no culpable a la otra acusada como cómplice, María Lisseth Gutiérrez Silva, quien había sido acusada porque figura como la persona que anduvo recogiendo las firmas libradoras del otro cheque fraudulento, el 3422, por 256 mil 700 córdobas.
El juez Séptimo Distrito de lo Penal de Juicio de Managua, Octavio Rothschuh, ordenó la libertad inmediata de Gutiérrez Silva.
SIGUE PRÓFUGA
La tercera persona procesada por este caso y principal autora del hurto agravado a Albanisa es Leyla Josefa González Cordero, ex jefa de Contabilidad de la empresa venezolana-nicaragüense.
González Cordero continúa prófuga. La procesada estuvo bajo prisión preventiva y la juez Sexto Distrito de lo Penal de Audiencia de Managua, Gertrudis Arias, le dio la libertad y posteriormente la acusada huyó del país.
Los dos cheques fraudulentos, según la acusación, fueron ordenados por González Cordero el pasado 19 de octubre. El cheque de 256 mil 700 córdobas fue cambiado por Henry Castrillo el 20 de octubre.
Castrillo no fue acusado porque él era el encargado de cambiar los cheques en Albanisa y alegó que sólo estaba obedeciendo órdenes y todo el dinero se lo entregó a González Cordero.
El cheque de 55 mil dólares, González Cordero se lo dio a cambiar al acusado Rodríguez Largaespada, quien el 20 de octubre invitó a almorzar en Metrocentro a su amigo Elí Roque Rocha, a quien le dijo que le cambiara el cheque porque él no lo podía hacer por ser trabajador de Albanisa.
Roque Rocha tampoco lo pudo cambiar en el primer intento, pero lo logró en una segunda oportunidad.
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