QUITO/AFP
Ecuador anunció que mantendrá su relación con Irán sin importarle que incomode a las grandes potencias, a las que acusó de pasarle una cuenta de cobro por este nexo incluyéndolo en una lista de países con deficiencias contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
“Mientras yo sea presidente, Ecuador establecerá relaciones con quien le dé la gana, sin tener que pedirle permiso a nadie”, notificó este sábado el presidente Rafael Correa en su informe semanal de labores, en el que fustigó la decisión del Grupo de Acción Financiera (Gafi) anunciada el jueves.
El Gafi es un organismo intergubernamental que promueve políticas contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo y que agrupa a 33 países, incluidos los del G7.
Según la entidad, “Ecuador se ha comprometido pero no ha proporcionado un compromiso claro, al más alto nivel, para resolver deficiencias” en el control de esos delitos, por lo que lo incluyó en la lista de países riesgosos para el sistema financiero internacional junto con Irán, Angola, Corea del Norte y Etiopía.
Correa rechazó tal señalamiento indicando que ambos crímenes son perseguidos en su país con “extraordinarios resultados”, y aseguró que la medida en realidad es un castigo por su vínculo con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad.
“Ahora somos los financistas del terrorismo en el mundo, ¡qué osadía, qué prepotencia! ¿Por qué? Por tener relaciones con Irán, eso es todo”, dijo el mandatario, quien visitó a Ahmadinejad a fines de 2008 para la firma de 19 convenios.
“Palo para que no te portes malcriado. No hiciste lo que te dijimos, que no te metas con Irán, como te metiste con Irán, ahora te ponemos en la lista negra, eso es todo, el imperialismo en su más crasa, más burda forma, y hay gente que apoya esa porquería”, añadió.
Quito y Teherán también firmaron en 2008 un protocolo de cooperación para financiar proyectos por 120 millones de dólares.
Según observadores locales, ese fue el paso previo para que a futuro se establezca en Ecuador un Banco Internacional de Desarrollo, de propiedad iraní, similar al que opera en Venezuela desde enero de 2008.
En octubre de ese año el Tesoro estadounidense sancionó al Banco de Desarrollo de Exportaciones de Irán y al Banco Internacional de Desarrollo de Venezuela, filial de la entidad iraní, con el congelamiento de sus activos en Estados Unidos y la prohibición a los norteamericanos de cualquier trato con estas entidades.
Correa subrayó que no cambiará su política hacia Irán, afirmando que Ecuador “no es colonia de nadie”. “Al menos con este gobierno jamás vamos a serlo, aquí van a encontrar soberanía y dignidad”.
“Se metieron con el peor país con el que tenían que meterse, no les tenemos miedo y van a encontrar la respuesta adecuada a su prepotencia, a su arrogancia, a su imperialismo extemporáneo. Creen que en América Latina todavía vamos a soportar el imperialismo, sinvergüenzas”, sostuvo.
Correa criticó además que la decisión hubiera sido respaldada por Argentina, Brasil y México, integrantes del Gafi y anunció que propondrá crear un grupo para el control del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo durante la Cumbre del Grupo de Río que comienza en la Riviera Maya (México).
“Con base en las primeras informaciones, en lugar de apoyar a Ecuador, (los tres países estuvieron) sometidos a lo que decían las potencias mundiales, haciendo méritos”, dijo.