Suecia pide fortalecer la democracia

Suecia pide fortalecer la democracia

Suecia celebrará la próxima semana tres décadas de haber iniciado el proceso de cooperación y amistad con Nicaragua, que comenzó con la intención de ayudar a la reconstrucción de este país después de la guerra que terminó con la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, en 1979, y dio paso a la revolución sandinista.

María Tegborg, consejera y jefa de cooperación de la Embajada de Suecia, con sede en Guatemala, considera que lograron importantes avances con sus ayudas a la reducción de la pobreza en Nicaragua, pero admite que existen temas pendientes y esperan sean retomados por otras naciones cooperantes, porque la ayuda bilateral sueca se acaba el próximo año.

También espera que haya voluntad del Gobierno nicaragüense para recuperar la credibilidad socavada, tras las elecciones municipales del 2008.

“Yo creo que ahora es el momento de demostrar (un cambio) a todos los cooperantes aquí, que estamos preocupados por lo que pasó en las elecciones municipales” del 2008, afirma.

Suecia ha otorgado recursos a Nicaragua para programas de reconstrucción, salud, derechos humanos, agricultura y fortalecimiento de la justicia, entre otras áreas.

Incluso, existen recuerdos de cuando trabajadores suecos donaron dinero para adquirir las lámparas que usaron los alfabetizadores nicaragüenses, en la Cruzada Nacional de Alfabetización de 1980.

En una entrevista con LA PRENSA, Tegborg señala la necesidad de que Nicaragua se mantenga en el sendero de la democracia, porque han percibido “muchas debilidades del sistema y habían evidencias o indicaciones muy fuertes de fraude” en los últimos comicios.

Suecia se ha perfilado como uno de los países que ha mantenido de manera constante la cooperación en Nicaragua. ¿Cuáles cree que han sido los mayores alcances en todo este tiempo?

Justamente estamos ahora estudiando todos los resultados y tratando de ver en qué hemos podido causar efectos de nuestra cooperación. Yo creo que realmente hemos visto que hay muchos efectos y resultados de la cooperación, pero ha cambiado un poco el enfoque durante esas épocas (presencia en el país), y según una evaluación que se ha hecho de los treinta años, lo que más efecto ha dado son los proyectos que han estado desarrollando las comunidades locales, basados en la participación y apropiación local, y en eso es donde se ha visto que hay efectos que van a ser sostenidos.

¿Observan alguna diferencia en cuanto a la participación de la gente, el que se involucre en los proyectos, entre las administraciones anteriores, con el modelo que se ha tratado de implementar en el Gobierno actual?

Yo creo que ha transcurrido poco tiempo para poder ver ese tipo de efecto, la participación popular en Nicaragua ha sido fuerte en todas esas épocas, desde el 79, y bueno, antes de eso también (insurrección); así que dentro de nuestra cooperación, la participación popular ha sido un eje muy importante, no puedo decir que ha habido cambios de esa forma, siempre hemos trabajado con las organizaciones existentes a nivel local, sean gubernamentales o no gubernamentales, y fortaleciendo a ellos.

En treinta años, obviamente las prioridades han variado. ¿Cuál era el énfasis cuando inició la cooperación en Nicaragua?

Era para reconstruir el país. Después de la guerra nosotros fuimos uno de los primeros que llegamos aquí, en el 79, el mismo día que los sandinistas tomaron el poder, tomaron el Gobierno, un representante de Suecia estuvo aquí y, dos semanas después de eso, nosotros hicimos el primer desembolso y el primer acuerdo de cooperación; entonces fuimos muy rápidos en responder a las necesidades de reconstrucción del país, se empezó con una fuerte ayuda en el sector Salud, reconstruyendo hospitales, dando medicinas, fue un apoyo de corto plazo al principio, después se orientó al desarrollo macroeconómico y apoyo al sector forestal, minería, energía y también un respaldo de corto plazo, pero para dar a Nicaragua el empuje económico que se necesitó en esa época de los ochenta.

¿Después, hacia dónde varió ese objetivo?

Después se entró más al enfoque de erradicar la pobreza, ayudar a los más pobres, entonces entraron programas de apoyo al sector social. Por ejemplo, un programa grande con Unicef y otros programas en el ámbito de desarrollo social, enfocándose aún más en el nivel local, porque al principio fue más a nivel central. Entonces, en los noventa empezamos más a nivel local y la democratización del Estado, de las instituciones del Estado. La equidad de género entró como un tema fuerte, asimismo la sociedad civil ha recibido un apoyo fuerte desde 1979 en adelante.

Desde que ustedes deciden enfatizar el tema de la reducción de la pobreza, ¿cuáles eran los parámetros con que empezaron a trabajar, y en cuánto se ha variado hasta la actualidad?

Por ejemplo, empezamos un programa con el Ministerio de Salud (Minsa), que era Pro Silais, realizamos una línea de base sobre la mortalidad materna; empezamos en seis Silais, donde la mortalidad materna infantil era peor en todo el país. Tratamos de incidir en esos indicadores y durante los casi diez años que duró ese programa se pudo ver que en esos lugares había mejorado su salud y sus indicadores de mortalidad materna infantil. El programa fue diseñado para fortalecer al nivel descentralizado del sector Salud, entonces toda la planificación, ejecución, el monitoreo y todo ese sistema que se armó con los Silais fue uno de los insumos más importantes que se integró al Plan de Salud que se formuló en el 2004-2005; entonces eso fue un apoyo no solamente a esos seis Silais, sino también a la capacidad institucional de todo el país.

¿En la actualidad cuáles son los índices que se manejan de reducción de la pobreza? ¿Creen que realmente se ha incidido positivamente? ¿Qué ha variado desde que ustedes empezaron a trabajar en ese tema?

Sí, otro ejemplo es un proyecto que se trabaja en el área de desarrollo rural que es Fundeagro, que es un programa donde también se ha podido ver con una línea de base la reducción de la pobreza. Los ingresos de las personas, que han estado involucradas en este proyecto, han aumentado, no sé exactamente el porcentaje, pero ha sido muy importante. Estuvieron abajo del nivel de la pobreza al iniciar el proyecto, porque era el grupo meta que identificamos; ahora están encima del nivel de la pobreza, familias grandes que han salido de la pobreza han mejorado su calidad de vida, sus hijos van al colegio, tienen acceso al mercado con sus productos y pueden mejorar su vida.

¿Aproximadamente de cuánto ha sido la inversión de Suecia en materia de cooperación en Nicaragua?

El monto en dólares ha variado en toda esta época (treinta años), le voy a dar un monto aproximado, ochocientos millones de dólares, 700 mil millones de coronas suecas.

¿Nicaragua ha sido una prioridad para Suecia en materia de cooperación?

Sí, definitivamente, ha sido uno de los países más grandes beneficiados con nuestra cooperación, junto con varios países en Asia y África.

¿Cuál es la satisfacción que tienen ustedes, o en qué tema consideran que han logrado un mayor éxito?

Es difícil identificar un éxito, yo creo que en varios ámbitos hemos obtenido logros, he mencionado algunos proyectos que nos enorgullecen, pero también el hecho de haber podido desarrollar junto con Nicaragua nuevos modelos de gestión local, de gestión central, de gestión democrática, de buena gobernabilidad; y también el hecho de haber podido incidir, promover nuevos modelos de cooperación. Creo que ése ha sido el principal enfoque del año 2000 para adelante. Los últimos diez años que hemos estado aquí, el enfoque ha sido en mejorar la manera en cómo cooperamos nosotros junto con todos los países bilaterales y multilaterales, es decir, el enfoque programático, no fijarnos en proyectos, sino tratar de financiar conjuntamente en metas formuladas de forma común, medirlos con indicadores cualitativos y el poder armonizar a los donantes, para mejorar la eficiencia de nuestra relación con Nicaragua.

¿Cuál sería un tema pendiente, ahora que culmina la cooperación bilateral?

Un tema pendiente, todavía hay objetivos no cumplidos, por supuesto; hay proyectos que iniciaron hace poco y que no han podido lograr sus metas, pero ahí esperamos que otros van a seguir desarrollándolos.

¿Como cuáles?

Empezamos hace poco un proyecto en la Costa Atlántica, ProCaribe, aunque no es totalmente nuevo porque está basado en una experiencia de muy larga trayectoria en la Costa Caribe, sin embargo, no hemos logrado lo que nos habíamos propuesto con ese programa, que era hacer algo mucho más sostenible a nivel institucional de los gobiernos locales, pero sí hemos logrado varias cosas en el camino, hasta donde llegamos, entonces quedará pendiente para que otros lo sigan.

¿A qué se debió la falta de avance en esos proyectos o programas?

Que terminamos, por la salida de Suecia no podemos seguir cooperando en ese proyecto, estaba planificado para dos años.

A pesar de que en un primer momento se mencionó que el retiro de Suecia es porque se reorientó la entrega de recursos a otras naciones, que enfrentan dificultades, ¿el tema político tuvo una fuerte incidencia en esa decisión?

La política de Nicaragua, no. Es una decisión de Suecia de enfocar la cooperación en menos países, para obtener mejores resultados, para tener más eficiencia en nuestra cooperación.

Usted mencionaba un punto: democratización del Estado. ¿Estiman ustedes que se ha alcanzado realmente ese objetivo?

Ha habido avances a nivel de nuestros proyectos, a nivel local; entonces, es donde nosotros podemos observar la democracia, en cuanto a la participación de la gente, de poder participar en las decisiones y la planificación de los proyectos, entonces hemos podido ver esto en nuestros proyectos.

¿Cómo ven el tema de la gobernabilidad?

Bueno, hay una preocupación desde las elecciones municipales, no solamente para nosotros, pero realmente esperamos que ahora Nicaragua tome la oportunidad de demostrar en las próximas elecciones (regionales), que se pueden realizar comicios transparentes y justos.

Ustedes han tenido la oportunidad de participar en el proceso de conversaciones con el Gobierno, a través de la Mesa de Cooperantes. ¿Realmente ustedes sienten esa anuencia de parte de las autoridades nacionales, por escuchar esas preocupaciones?

Sí, realmente hay un buen diálogo a nivel bilateral entre Suecia y el Gobierno de Nicaragua, tenemos un diálogo bastante abierto y fluido con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con los Ministerios de los sectores donde trabajamos, pero como nuestro tema principal es la cooperación, es en ese aspecto que nos enfocamos y en los resultados de la misma.

Suecia era uno de los países que financiaba el Presupuesto de la República de Nicaragua. ¿Por qué se tomó la decisión de retirarse del Grupo de Apoyo Presupuestario (GAP)?

¿En el 2007? Fue una evaluación que se hizo conjuntamente con los otros donantes de apoyo presupuestario, donde se vio que Nicaragua no había alcanzado los resultados esperados, especialmente en cuanto a transparencia y derechos humanos, entonces la decisión fue tomada, como no se había alcanzado los indicadores acordados entre Suecia y Nicaragua, entonces Suecia se retiró.

¿Qué período fue analizado para tomar esa decisión?

La evaluación fue en el 2007, se hizo el análisis del año anterior (2006), hay indicadores que se establecen para mantener el apoyo presupuestario, existen indicadores que se miden cada año.

En el 2006 aún gobernaba el ex presidente Enrique Bolaños.

No puedo decir, la verdad que no estuve acá en esa época, no he estado involucrada en el proceso de apoyo presupuestario, pero creo que no deben sacar esa conclusión.

En materia de gobernabilidad, ¿ustedes ven un retroceso en el país?

Como lo dije antes, yo creo que ahora es el momento de demostrar a todos los cooperantes aquí, que estamos preocupados por lo que pasó en las elecciones municipales, ahora es el momento de demostrar en las elecciones que vienen, que Nicaragua toma en serio su democracia.

Para ustedes, o según su percepción, ¿realmente hubo un fraude en Nicaragua?

Yo me baso en la percepción y las conclusiones que se han hecho conjuntamente entre varios donantes.

¿Hubo anomalías?

Esa fue la conclusión.

¿Pero esas anomalías, para ustedes, significan un fraude o simplemente debilidades del sistema?

Hay muchas debilidades del sistema y habían evidencias o indicaciones muy fuertes de fraude.

¿Les han convencido los argumentos presentados por el Gobierno y sus autoridades, en este caso las del Consejo Supremo Electoral sobre este tema?

No.

¿El fraude es un tema permanente que se mantiene en ese diálogo, tanto en la Mesa de Cooperantes como a nivel bilateral?

El tema permanente es que esperamos que las elecciones que vienen sean transparentes y justas, y estamos apoyando para que sea así. La Comunidad Europea, a través de la Comisión, de la Delegación Europea, estamos apoyando técnicamente y financieramente para que Nicaragua tenga la capacidad para lograr esos objetivos.

El 7 de marzo se realizarán elecciones regionales. ¿Cómo ven ustedes el hecho que para estos comicios también se hable de anomalías, se hable de un posible fraude?

Creo que no soy la persona indicada para responder esa pregunta, nosotros seguimos las discusiones, pero no estamos involucrados directamente en la preparación de las elecciones. Sobre la ayuda que se está dando en ese sentido, no tenemos ninguna cooperación en esa área, entonces no tengo mucho criterio al respecto.

Pero obviamente, mantienen una preocupación que ya ha sido expresada.

Sí, desde la perspectiva de democracia y buena gobernanza del país, porque obviamente elecciones justas es un fundamento esencial para la democracia.

De no hacerse esos cambios efectivos ¿qué es lo que ustedes consideran puede pasar en Nicaragua?

Sería preocupante, yo creo que los que quedan aquí con cooperación de más largo plazo, y más que todo los nicaragüenses, tienen que estar preocupados si esto pasa.

A pesar de que el Gobierno de Suecia concluye la cooperación bilateral con Nicaragua, ¿se mantendrá a través de otras vías?

Sí, la cooperación bilateral, como usted dice, entre gobiernos se termina, pero la cooperación a través de organismos no gubernamentales suecos sigue aquí. Hay varias ONG suecas que van a seguir y también el apoyo multilateral que siempre hemos estado dando a través de las organizaciones multilaterales, los bancos y la Comisión Europea.

Suecia podría analizar esa cooperación de mantenerse esas debilidades en el sistema, el retroceso en la gobernabilidad.

Siempre es un asunto preocupante el retroceso en la democracia de un país, y es objeto de discusión; en el caso del apoyo multilateral, se discutirá en las sedes en Washington, Bruselas, Nueva York , ahí participa Suecia.

Suecia ha acompañado a Nicaragua desde 1979 en todo su proceso de desarrollo. ¿Cuál es la diferencia entre el gobierno de Daniel Ortega de los ochenta y el actual? ¿O creen que no hay diferencias?

(Risas) Obviamente tiene que haber diferencias, son muchos años que han pasado y hay que adaptarse a la realidad actual; entonces, este Gobierno está enfocándose mucho en la lucha contra la pobreza, lo cual también fue un tema de esa época, pero más que todo fue reconstruir el país, y construir las capacidades institucionales que eran necesarias en esa época. Ahora están las capacidades instaladas y hay que dar los servicios, está la descentralización que no había en esa época, entonces es otra Nicaragua en ese sentido, que tiene otros retos, pero también, otras posibilidades.

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