La mujer de 27 años, que está embarazada y sufre cáncer, recibirá tratamiento contra esta enfermedad, según la decisión del Ministerio de Salud (Minsa), afirmó ayer la Procuradora Especial de la Mujer, Débora Grandison.
La funcionaria, que el jueves visitó a la paciente en el Hospital Oscar Danilo Rosales, de León, antes de que ésta fuese trasladada al Hospital Roberto Calderón, de Managua, sostuvo que obtuvo la confirmación de las autoridades de Salud de que Amalia recibirá el tratamiento de quimioterapia.
“Creo que es una buena decisión del Minsa”, afirmó Grandison, quien dijo que con esto buscan prolongar la vida de Amalia, quien tiene una hija de 10 años.
Según conoció la funcionaria, una comisión médica se reunió el fin de semana pasado en León para analizar el caso, pero los médicos no decidieron darle tratamiento por temor a que les aplicaran la ley que pena el aborto.
Sin embargo, “el sistema en sí no puede juzgar a un médico en estas condiciones”, opinó Grandison.
En un comunicado emitido el pasado 19 de febrero, la Asociación Médica Nicaragüense señaló que está demostrado científicamente que en casos de cáncer ginecológico el embarazo no influye ni en la progresión ni en la expansión de los tumores, para lo cual existen diversas opciones de tratamiento, en dependencia del estadio clínico del mismo, pero los porcentajes de éxito para su curación disminuyen a medida que la enfermedad progresa, “siendo prácticamente nulo cuando se llega al estado de metástasis”, que es el estado en que se encuentra el caso de Amalia.
DAÑOS AL BEBÉ
“Los cánceres diagnosticados durante el embarazo se tratarán de acuerdo a su origen, estadio, localización y severidad, bajo el concepto de consentimiento informado y actuando directamente contra la enfermedad y no contra el bebé”, señaló la Asociación Médica.
En el caso de la quimioterapia, puede administrarse a la madre embarazada, esperándose afectación al bebé en un siete por ciento. “Si como consecuencia del tratamiento (7%) se produjese la muerte del bebé, ésta se daría como un acto indirecto no querido, ni procurado, lo cual, siguiendo el principio bioético de doble efecto, no sería causal de sanción penal, bioética, ni moral”, refirió la Asociación Médica Nicaragüense.
“Bajo ninguna circunstancia, ni bajo ningún pretexto, un médico debe procurar la muerte de ningún ser humano, cualquiera que sea su edad, sexo, condición religiosa, económica, política ni social”, advirtió la Asociación Médica.
Martha María Blandón, del denominado Grupo Estratégico contra la Penalización del Aborto, confirmó que conocieron que ayer por la tarde empezarían los médicos a aplicarle el tratamiento a Amalia, y le habrían dicho a la paciente “que era tan bueno que no va afectar el embarazo”.
“Esto implica que no han hecho la interrupción, que es posible que ocurra con la aplicación del tratamiento, pero no saben ellos, no se tiene ciento por ciento de certeza que tal tratamiento produce tal efecto”, manifestó Blandón.
“Nosotros lo vemos bien porque, efectivamente, lo que ella ha pedido siempre es que le apliquen el tratamiento lo más pronto posible, para que su cáncer no avance. Lo que vemos mal es que la estén manipulando, que no la dejen recibir una segunda opinión, que es un derecho que tenemos todas las personas cuando estamos en una situación tan vulnerable como es un cáncer”, dijo Blandón.
También criticó que las autoridades se hayan tardado para aplicar el tratamiento, decidiéndose hasta que hubo un escándalo público.
Para Blandón, Amalia debe ser un ejemplo para las autoridades médicas porque en León han habido casos “que si (las mujeres) no tienen la oportunidad de tener quien hable por ellas, allí se mueren”. Mencionó el caso de una mujer, ocurrido el año pasado, que sufría insuficiencia renal y no le administraron el tratamiento, por lo que murieron ella y el feto.
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